Ganaderos abulenses están estudiando la posibilidad de adelantar la trashumancia hacia tierras de Extremadura y Castilla-La Mancha fundamentalmente, ante los «continuos» ataques de lobos. «Aumentar la protección del lobo solo ha ayudado a aumentar el ego de ecologistas que no piensan en el porvenir de los pueblos y sus gentes a los que tanto les gusta acudir para ver paisajes y tradición», señalan desde Asaja.