El biólogo y coordinador del proyecto Lince Ibérico de WWF/Adena, Jesús Cobo Anula, aseguró que si un país como España no es capaz de conservar "una especie de gato que come conejos", en referencia al lince ibérico, "con muy poco derecho vamos a poder exigir a otros países que están en vía de desarrollo que, por ejemplo, cuiden sus bosques", defendió.

Cobo Anula, que ofreció una charla en el Centro Universitario de Plasencia, explicó --según recoge Efe--, que las principales amenazas que han llevado al lince ibérico al borde de la extinción han sido la pérdida y transformación de su hábitat, la disminución de las poblaciones de conejo y la mortalidad provocada por el hombre.

NO SELECTIVO Hace muchos años, en condiciones óptimas, el lince era lo suficientemente numeroso como para que la incidencia de la caza y los cepos apenas afectase a su población. Sin embargo, según Cobo, ahora que sólo quedan unos pocos, los métodos de trampeo no selectivos resultan nocivos, sobre todo, los destinados a conejos y zorros.

Así, los cepos suponen el 52% de las muertes conocidas y otras trampas, el 6%. También son importantes las bajas por arma de fuego, un 25%, y algo menos las debidas a perros, un 7%.

Cobo hizo especial hincapié en el factor de la pérdida y transformación de su hábitat y citó como ejemplo lo que está sucediendo en Doñana, "donde existe un camino agrícola ilegal que fue asfaltado por la Consejería de Agricultura de Andalucía en 2001 y por el que el Estado español tiene abierto un procedimiento de infracción por parte de la Comisión Europea".

El biólogo relató que en Doñana tan sólo sobreviven entre 20 y 25 ejemplares de lince ibérico, siendo ésta la segunda población más importante del mundo tras la de Andújar-Cardeña (Sierra Morena). Sin embargo, en esta zona han muerto en los últimos cinco años 12 ejemplares atropellados, lo que supone casi el 50% de esta población.