Una vía verde más y una vía gris menos. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) proyecta transformar los casi 50 kilómetros extremeños del trazado entre Plasencia (Palazuelo) y Astorga, perteneciente a la Ruta de la Plata y sin tráfico desde 1985, en la segunda vía verde de Extremadura --la primera se inicia en Villanueva de la Serena en un vía que nunca vió pasar un tren--.

Dar luz a este proyecto supone desechar otro de gran calado social: reabrir al tráfico la línea con un tren turístico desde Aldeanueva del Camino a Béjar, una iniciativa planteada por varios grupos locales y municipios extremeños y salmantinos para revitalizar el turismo y poner en valor un eje estratégico. Los responsables de estas administraciones locales han vuelto a solicitar una reunión con Adif para retomar el proyecto, pero los planes no pasan por ahí. Ni por usar el trazado para el turismo, ni por reabrir a la circulación normal este tren por el mismo trazado o por uno paralelo, una vieja reclamación de varias cámaras de comercio y otros sectores económicos y sociales del norte de Extremadura y Castilla y León. "No tenemos ninguna noticia nueva. El Gobierno autonómicos nos dijo que se lo iban a plantear al Ministerio de Fomento, pero de dicha reunión no tenemos retorno", precisa Jorge Prieto, director general de la Cámara de Comercio de Cáceres.

Sin embargo, el último plan de infraestructuras del Gobierno central descarta que vuelva a circular algún tren próximamente por esta línea en desuso o próxima a ella. Por encima cita la posibilidad de usar el trazado para un AVE entre León y Plasencia, que no tiene ni fecha ni presupuesto, como tampoco lo tiene el proyecto que hay sobre la mesa de Adif de convertir este tramo en un sendero verde. "Es la única opción prevista actualmente", según el responsable de Comunicación de Adif en Andalucía y Extremadura, Antonio López. "La vía no reúne las condiciones de seguridad para poner en marcha ningún tipo de tren. Esa infraestructura no es válida, para que lo fuera habría que hacer un 'obrón' o construir una vía nueva e invertir mucho dinero", algo que el Gobierno central no parece estar dispuesto a hacer.

Por eso, su opción más viable y que de hecho ya cuenta con el permiso del Ministerio de Fomento, es desmantelar las vías y convertir el trazado en un sendero natural. "Aún no se ha iniciado la reconversión, pero en principio en este año se podrían dar los primeros pasos", aseguran desde Adif. Trabajos que consisten en levantar los raíles, las traviesas y el balasto (capa de piedras) y dejar el trazado al descubierto, dejando en el recuerdo casi 100 años de circulación.

A partir del levantamiento de las vías, Adif dejaría de tener responsabilidades sobre este trazado. "Ahí se sientan las bases para que diputaciones, la Junta, ayuntamientos o cualquier otro ente lleguen a un acuerdo y se encarguen de la señalización y el uso, además de convertir en equipamiento determinados edificios antiguos para dar servicio a los senderistas", apunta Adif.

Estos planes no convencen a quienes llevan pidiendo la reapertura de la línea de la Ruta de la Plata. Y son muchos. La iniciativa de reabrir al turismo el ferrocarril Ruta de la Plata parte de seis pueblos extremeños y salmantinos que incluso encargaron en 2011 un estudio técnico a la Compañía de Ferrocarriles

Turísticos para analizar la situación de la infraestructura y la viabilidad de la idea. El resultado de este informe fue favorable, resalta la buena conservación de la vía pese a llevar casi 30 años abandonada y sin mantenimiento, pero no ha sido suficiente para hacer cambiar de idea a Adif.

"Hace ya años que le planteamos este proyecto pero no nos ha respondido todavía. Está todo parado, pero como levanten la vía, nos quedamos sin proyecto", lamenta el alcalde de Aldeanueva del Camino, uno de los pueblos empeñados en recuperar la circulación para el turismo. "El proyecto que tenemos es muy positivo, solo pedimos que nos cedan el trazado y nosotros lo rehabilitamos y explotamos el tren", insiste. "Estamos a la espera de que Adif responda sobre la reunión que le pedimos para tratar el asunto. En la anterior legislatura hicimos actuaciones de limpieza en la vías y estuvimos a punto de firmar el convenio de arrendamiento, pero llegaron las elecciones y todo sigue en el aire", señala Juan José Bueno, alcalde de Casas de Monte y presidente de la Asociación para el Desarrollo Integral del Valle del Ambroz (DIVA), consciente de que la intención de Adif es desmantelar la vía.

"Y así lo harán, al final la acabarán quitando", lamenta Angel Caballero, presidente de la Asociación Extremeña de Amigos del Ferrocarril. Trabajador de Renfe desde los 15 años, Caballero ha pasado por Adif y por la Dirección General de Transporte y defiende cualquier iniciativa planteada antes de desmantelar la línea. "Es un eje transversal estratégico que necesitamos recuperar. No estamos en las circunstancias más favorables para reabrir ese trazado al tráfico, pero sí al menos para hacer un estudio de viabilidad serio", defiende.

Lo mismo opina otro experto en esta línea --acaba de publicar un libro sobre el trazado-- y amante del ferrocarril, Juan José Ramos. "Me parece indecente lo que quieren hacer. Que no nos cuenten la milonga de que no es rentable abrir al tráfico esta línea transversal. Lo que pasa es que quieren todo el dinero para el AVE. Transformar eso en una vía verde es darnos una palmadita en la espalda, no tiene ningún sentido", critica Ramos. "En el momento que se arranquen las vías ya no habrá marcha atrás, y es una pena porque la iniciativa turística sería muy beneficiosa. Se ha hecho en otras líneas de España y es lo que se hace también en Europa para potenciar el turismo".

El proyecto de Adif coge ventaja tras anunciarse el desmantelamiento de las viejas vías en las provincias de Castilla y León por las que continúa el trazado. Diversos municipios de Zamora y León apoyan la reconversión en camino natural, mientras otras voces críticas se suman a las reivindicaciones planteadas por las cámaras de comercio de ambas comunidades.