"Que pena tan grande, esto es muy fuerte. Padre e hijo tan jóvenes y se han ido". Malpartida de Plasencia paralizó ayer su actividad entre las once de la mañana y la una de la tarde para despedir "a dos personas que no se merecían este final". Palabras de recuerdos hacia Luis y Adrián Mendo, fallecidos el lunes cuando viajaban a Madrid a trabajar, fueron las únicas frases que se escucharon durante su entierro.

"Eran dos currantes, iban a trabajar y no entiendo porqué le pasan estas cosas a los que van a ganar el pan", contaba un vecino. La tristeza y el silencio reinaba en la plaza del pueblo entre los chinatos que no pudieron entrar en la iglesia de San Juan Bautista, abarrotada de gente. Un silencio que se rompió con los sollozos y el dolor de familiares, amigos y compañeros de Luis y Adrián cuando los féretros, con la bandera del club de fútbol Chinato por encima, salieron del templo dirección al cementerio. El equipo de toda la vida del joven delantero y del que era socio su padre, estuvo presente en su último adiós "porque el Chinato era su vida", dijo un compañero de equipo.

Ambos cuerpos sin vida fueron llevados a hombros por decisión del club desde la iglesia hasta el cementerio. El féretro de Luis iba delante y el de Adrián detrás con la bandera pero también con la camiseta. Ambos iban seguidos por chinatos y comarcanos que quisieron arropar a la familia en duros momentos que "realmente comienzan ahora para los más allegados", dijo una amiga.