Maribel Gutiérrez trabaja en las entrañas de las cocinas del hospital San Pedro de Cáceres. Conoce al dedillo los menús que se sirven a los pacientes cada día. Es la responsable de supervisar el abastecimiento de los materiales para preparar los platos, que al menos tres veces a la semana incluyen pescado. Maribel enumera de memoria las tres especies que pasan por las manos de los cocineros: lenguado, bacalao y merluza. «Todos pescados son de mar», insiste.

Ni rastro de panga, el polémico pez que lleva en boca de todos durante las últimas semanas después de que Carrefour anunciara que dejaba de distribuirlo porque no podía garantizar la salubridad de las zonas donde se cría. La polémica acompaña a esta especie desde hace tiempo. Ya la asociación ecologista Greenpeace denunció la falta de higiene y toxicidad de los espacios donde se cuidan los ejemplares que se importan desde regiones asiáticas. El bajo precio inundó el mercado de esta especie en las pescaderías, pero ahora parece que las últimas informaciones inquietan a los consumidores.

En el centro cacereño dejó de servirse este pescado a mediados de 2012, concluye Gutiérrez. Desconoce los motivos, pero arguye a sus bajas propiedades de sabor y de proteínas. Cabe destacar que en Extremadura, cada área de Salud gestiona sus servicios de distribución de menús. Los centros del área de Coria y de Badajoz tampoco sirven panga desde hace años. Lo han sustituido por otros pescados blancos como el fletán o el halibut. El caso más reciente se encuentra en el área de Mérida. El hospital Sierra de San Pedro de Almendralejo dejó de sumar el panga a su dieta desde dos semanas y el de Mérida solo hace un día. Fue este martes cuando el hospital emeritense dejó de incluir este pescado en su dieta para sus pacientes.

Si bien es cierto, Sanidad insiste en no hay alerta sanitaria que obligue a su retirada y fuentes de Salud argumentan que los ejemplares que se comen en España superan los controles de seguridad. De hecho en comunidades como Madrid seguirá incluida en menús de centros públicos hasta que haya una orden expresa o una recomendación oficial en vigor sobre su consumo por parte de las autoridades sanitarias del Ministerio.

Otros servicios públicos dependientes de la Junta como las residencias del mayores tampoco incluyen el pescado. En cuanto a las 27 residencias de gestión directa del Sepad, Sanidad apunta que «desde que se suspendió el contrato anterior con proveedor único, los lotes que contrata no tienen incorporado el panga», no obstante argumenta que «de manera ocasional alguna residencia puede tenerlo en su suministro con proveedores locales».

Los colegios prefieren atún

Los escolares extremeños tampoco comen panga en el comedor del colegio. Así lo pone de manifiesto la consejería de Educación. Los casi 200 comedores gestionados por la consejería y los 62 gestionados por las asociaciones de padres y madres -aquí entran los colegios concertados- se rigen por los pliegos de la Junta que exigen que «el pescado que se sirveen los menús escolares debe proceder del mar» -el panga de río-. La propia consejería detalla que las especies que se servirán en los menús de los estudiantes en febrero incluyen lenguado, merluza, bacalao y atún.

El panga se ha hecho popular durante los últimos años porque es asequible y fácil de comer -no tiene espinas-. De hecho, España es el primer importador y consumidor en Europa. Este aumento contrasta con la mala reputación que acumula debido a las denuncias de colectivos ecologistas que se quejan del deterioro ambiental que provoca su cultivo intensivo en Asia. En cualquier caso, la Unión Europea insiste en que las importaciones del producto en el país cumplen todos los requisitos y las autoridades sanitarias descartan la alerta.

Por su parte, la Confederación Española de Padres de Alumnos (CEAPA) remitió una carta al gobierno central para que se prohíba el uso en los comedores escolares del país. No obstante, el resto de supermercados no se han pronunciado y mantiene su intención de seguir vendiendo panga.