Las agencias de viajes se encuentran en una «situación agónica», asegura María Eugenia Flores, presidenta de la Asociación Europea de Agencias de Viajes de Extremadura (Aedavex). «Técnicamente estamos cerrados desde que empezó la segunda ola, en noviembre, cuando comenzaron de nuevo todas las limitaciones para desplazarse. Desde entonces, prácticamente no se ha vendido nada», esgrime.

El número de agencias de viajes ronda las 220 en la comunidad autónoma, de las que 186 son independientes (no pertenecen a grandes grupos). La mayor parte de estos establecimientos, sostiene, ni siquiera han vuelto a abrir sus puertas al público cuando tuvieron de nuevo esa posibilidad a finales del pasado mes de enero. Apenas lo han hecho «algunos compañeros» que necesitan atender viajes puntuales de «clientes de empresa». Flores estima que alrededor de un 15% de estos negocios extremeños están de momento en una situación de «cierre temporal», y que «otro 15% o 20% han dejado los alquileres y están trabajando desde casa».

UN 80% MENOS FACTURADO

En el 2020 la facturación de estas empresas cayó «entre un 80% y un 85%» de media y por ahora la cosa no pinta mucho mejor para el 2021. De hecho, en el sector se da ya por «completamente perdida» la Semana Santa. «Nuestra esperanza está en salvar algo del verano si la vacuna evoluciona bien, mejoran los datos de contagios y se genera cierta certidumbre dentro del viajero para que se decida a hacer reservas», confía.

Si esos factores contribuyen positivamente y se cuenta con un «certificado sanitario de viaje» que permita que los controles sean menores y «sea más ágil tomar un avión y desplazarte» la recuperación, pronostica, podría llegar «como pronto en el segundo semestre», aunque no sea todavía «plena».

Con datos hasta septiembre pasado, y por tanto aún sin poder contabilizar el impacto de la segunda y tercera oleadas del coronavirus, las cifras de pernoctaciones, viajes y gasto total efectuados por los residentes en Extremadura acumulaban ya caídas de en torno al 50% respecto al ejercicio anterior. Teniendo en cuenta solo el turismo con destino al extranjero --en este caso ya con datos nacionales--, los decrementos eran del 79,3% en viajes, del 79,9% en pernoctaciones y del 86,5% en gasto.

Desde Fetave, una de las patronales que agrupan a las agencias de viajes a nivel nacional, se ha pedido recientemente al Gobierno que ponga en marcha una línea de ayudas directas que palien la situación de este sector, que es «porcentualmente el más castigado por la crisis del covid-19». Un apoyo que, estima, tendría que ascender a un 5% de la caída de facturación del año pasad respecto al volumen de negocio del 2019.

Fetave lamentó «el autismo de las Administraciones competentes, especialmente de la gran mayoría de las comunidades autónomas y entes locales» y la ausencia de apoyos por parte de los proveedores a un sector que « lidera en peor, con más del 60%», el porcentaje de trabajadores que se encuentran en expedientes de regulación temporal de empleo y que también presenta la menor proporción de trabajadores recuperados de ellos, por debajo de otras actividades tan castigadas como las de hoteles, la hostelería o el transporte aéreo. «Nosotros no es que tengamos limitaciones de horario o de aforo, es que directamente no estamos vendiendo nada», incide Flores.