Hace apenas cinco días que los 424 agentes extremeños de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil acataron las medidas de ahorro de la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil, y ya notan sus efectos. El principal es que ya "no podemos cumplir con nuestro trabajo y la operatividad de las patrullas es limitada, critican desde las asociaciones de la Benemérita. Basta con un ejemplo: "Antes hacía hasta siete u ocho auxilios en las ocho horas de servicio y ahora si hago tres son muchos", dice un agente que lleva 18 años en esta agrupación, la única afectada por los recortes anticrisis .

El límite de 200 kilómetros por servicio, matizado por el sector de Extremadura --en otras regiones como Canarias el límite son 60 km--, es una de las causas y provoca admiración entre los agentes, ya que es normal superarlo. "Depende de la demarcación pero es habitual alcanzar 300 kilómetros. Si trabajo en Navalmoral y voy a vigilar la vía que va a Guadalupe, donde hay percances con asiduidad, solo recorrerla ida y vuelta son 130 kilómetros. Poco más puedo hacer", dice un guardia. Por eso cree que esta medida no permite patrullar por todas las vías conflictivas ni controlar la mayoría de puntos negros. Otro punto flaco es la obligatoriedad de hacer tres estacionamientos de una hora cada uno, cuando antes solo paraban media hora en un punto conflictivo. "Es ridículo, puesto que si no hay campañas solo se hacen controles de verificación para poner multas y no estamos para eso, nuestro trabajo es vigilar las vías y prestar auxilio al ciudadano en cualquier punto, lo último es denunciar", critica el agente, que a modo de símil asegura: "Somos como radares". Una medida ideal "si lo único que buscan es que nos vean en la vía". Y todo para ahorrar combustible.

A estas normas se suma la prohibición de usar motos, todoterrenos y vehículos camuflados, "salvo causas mayores", puesto que consumen más --en el caso de las motos porque circulan dos--. Estos vehículos están parados desde el jueves hasta no se sabe cuándo y solo se usan turismos, con los que deben circular a una velocidad un 20% inferior a la máxima permitida.

La reducción de los controles de alcoholemia es una de las medidas que más preocupa a los colectivos, ya que se harán en los casos en que el conductor presente síntomas de embriaguez. "Las denuncias bajarán pero se incrementarán los accidentes", dice la AUGC. "Con una tasa de 0,30 o 0,40 no se aprecian síntomas y se está superando el límite", justifica un motorista. Y si un vehículo se avería, que se olvide de volver a funcionar mientras dure este plan, "no se reparará".

También hay cambios para los equipos de atestados, que solo saldrán de la base en caso de accidente o control previsto --antes hacían la mitad de su servicio en carretera-- y tampoco están exentos de restricciones los capitanes de los subsectores y tenientes, con límite de kilometraje y supresión de dietas. El plan lo dio conocer el miércoles el comandante del sector de Extremadura a los subsectores provinciales y jefes de los 8 destacamentos extremeños, que disponen de 131 motocicletas y 96 vehículos. Con él, donde la Jefatura de Operaciones ve un ahorro ahora que la UE ha impuesto a España que recorte el presupuesto en 15.000 millones; los agentes solo avistan límites a la seguridad ciudadana.