Sin recurrir al discurso facilón del agravio entre comunidades, lo cierto es que se puede decir que a Extremadura le están dando por todos lados con la reforma de la PAC. Es el riesgo de tener un sector agrario en el que todas las producciones agrícolas y ganaderas están representadas. Y es razonable pensar que a medio plazo, cuando acaben de fraguar todos los ajustes que Bruselas está haciendo en el campo, Extremadura será de las comunidades más perjudicadas. El futuro para los que están y para los que se quieren incorporar es oscuro.

*Periodista.