Un grupo de agricultores --unos cien, según la organización agraria Asaja-- se encerraron ayer en las instalaciones de Cetarsa en Navalmoral de la Mata en protesta por la "enorme" bajada de precios que la industria ha aplicado esta campaña. El gerente de la cooperativa La Unión, José María Ramos, explicó ayer que "la gota que ha colmado el vaso" fue la negativa de la transformadora a recoger tabaco a algún agricultor durante la jornada de ayer.

De forma espontánea y sin previa convocatoria, Ramos afirmó que los productores que estaban descargando tabaco en ese momento en la industria paralizaron las entregas y se encerraron en las oficinas de la compañía. "La gente está empezando a estar desesperada", manifestó Ramos, quien considera que el rechazo de la industria a algunas partidas provocará que los agricultores no puedan vender todo su cupo asignado.

La Unión tiene su sede en Talayuela y es una de las tres cooperativas que forman la sociedad Ibertabaco, que agrupa a unos mil agricultores y tiene un cupo de 8 millones de kilos. La campaña está prácticamente concluida --queda por entregar entre un 10% y un 15% del tabaco-- pero La Unión está dispuesta a no vender más materia prima.

71 CENTIMOS POR KILO Según Ramos, Cetarsa "se comprometió" a pagar en torno a 71 céntimos por kilo de tabaco, algo que no se está cumpliendo, en su opinión. La situación de los productores es complicada, ya que el tabaco español está teniendo dificultades para venderse en el mercado internacional.

La versión de Cetarsa sobre lo sucedido ayer en Navalmoral es bien distinta. El presidente de la compañía, Julio Viñuela, considera que los hechos no fueron casuales sino organizados y que se produjeron cuando la compañía rechazó "desechos" de tabaco a un agricultor.

"Lo que está haciendo Cetarsa este año es cumplir la legislación comunitaria y rechazando los desechos", dijo Viñuela. El presidente añadió que la empresa no puede aceptar desechos porque "no es justo" para con los tabaqueros que entregan buena materia prima. Además, la legislación comunitaria dice que los desechos no tienen derecho a prima de la UE.

Viñuela niega que Cetarsa tenga un acuerdo de precios cerrado con los productores, sino que existe una tabla amplia para remunerar las entregas en función de la calidad. También recuerda que en los contratos entre ambas partes queda bien claro que la legislación comunitaria contempla que los desechos de tabaco no se pueden comprar ni los agricultores tiene derecho a percibir ayudas por ello. Viñuela sostiene que de media se están pagando entre 61 y 62 céntimos por kilo de virginia.

España tiene un cupo de 41 millones de kilos de tabaco, de los que 36 millones de kilos se producen en Extremadura, donde hay unos 4.000 cultivadores. A partir del 2006 la ayuda por kilo producido se sustituye por una ayuda mixta, con una parte vinculada a la cosecha y otra no. A las 21.00 horas de ayer, los agricultores --unos 40, según otras fuentes-- pretendía quedarse encerrados toda la noche.