Las organizaciones agrarias hicieron ayer un llamamiento a participar en la protesta que de forma conjunta han convocado para el próximo 29 de enero en Don Benito, con motivo de la inauguración de Agroexpo, contra los problemas que afectan al campo. Principalmente, «el mal endémico de los precios ruinosos» de las producciones, según explicaron ayer los dirigentes de UPA-UCE, Asaja Cáceres y Badajoz, Apag Extremadura Asaja, Coag y la asociación Aseprex.

Los convocantes denunciaron la situación que atraviesa el campo debido a los bajos precios, que se han convertido en un problema estructural para los agricultores y ganaderos mientras que los consumidores pagan cantidades más altas por los productos agroalimentarios. Según el secretario general de UPA-UCE, Ignacio Huertas, el trabajo de reestructuración en la explotaciones no sirve para revertir esta situación que, si no cambia, hará desaparecer una parte muy importante del sector primario.

«A pesar de la profesionalización del sector siempre obtenemos los mismos resultados debido al abuso y la especulación de unos pocos que están llevando a muchas explotaciones al borde del abismo», lamentó. Esta situación afecta a la mayoría de los sectores ya que en 2019 se han arrancado 2.500 hectáreas de frutales y sus agricultores han perdido alrededor de 40 millones; el cultivo de pimentón se ha reducido en un 20% y el aceite de oliva ha «tirado2 los precios a menos de dos euros el kilo.

En otras producciones como el maíz, el arroz, la miel o el vacuno los precios bajan por la influencia de las importaciones de terceros países o están congelados desde hace 20 años, a pesar de las desmesurada subida en los costes de producción. En este sentido, los colectivos han pedido tanto al nuevo Gobierno como a la oposición que actúen para impedir el abuso de las centrales e industrias agroalimentarias.

Para ello, consideran necesario unos precios «justos» por encima de los costes de producción, así como la modificación de lay de la cadena alimentaria, la introducción de conceptos como la venta a pérdidas, mayor capacidad de negociación y un presupuesto fuerte para la PAC.