La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente confirmó ayer la existencia de tres nuevos focos de lengua azul en explotaciones de ganado bovino ubicadas en Villanueva del Fresno, Barcarrota y Valencia del Ventoso. Así, el número de fincas afectadas se eleva a cuatro, teniendo en cuenta el foco que el pasado 4 de agosto se detectó en una finca de Jerez de los Caballeros.

Según informa la Junta en un comunicado, los análisis PCR realizados en estas explotaciones han confirmado la existencia de esta enfermedad animal que se transmite exclusivamente por la picadura de un mosquito. Tras comunicar esta situación al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y a la Unión Europea, el Gobierno regional ha aplicado la normativa nacional y comunitaria sobre esta enfermedad. Una de las primeras medidas es la inmovilización del ganado bovino en un radio de 20 kilómetros de las explotaciones afectadas. En consecuencia, los ganaderos sólo pueden vender los animales para sacrificio.

No obstante, la Consejería de Agricultura insiste en que la lengua azul no afecta al ser humano y que los productos procedentes de este ganado pueden ser consumidos con total seguridad.

También Ignacio Huertas, secretario de UPA-UCE Extremadura, se centra en destacar que la lengua azul es una enfermedad exclusivamente animal, que no tiene consecuencias para las personas. El representante agrario afirma que la aparición de estos casos, a pesar de su cercanía en el tiempo, no es alarmante ya que, según explica, "se trata de una situación que no se puede solucionar a corto plazo, sino que las previsiones apuntan a que son necesarios al menos dos años para lograr erradicarla".

Huertas explica que, asumiendo que la solución a este problema no puede ser rápida, lo que UPA solicita son fórmulas para que los ganaderos puedan gestionar sus explotaciones con la mayor normalidad posible y que se garanticen medidas de prevención para impedir que la enfermedad pueda producirse.

Por su parte, Angel García Blanco reivindica desde Asaja, la asociación que preside, que además de estas medidas la Junta establezca partidas presupuestarias para indemnizar con 300 euros por cabeza de ganado a los afectados por la inmovilización ya que, según comenta "se están enfrentando a grandes pérdidas por este motivo, al que se suma la grave sequía que actualmente sufre la región".

Además el dirigente de Asaja es partidario de que la vacuna para bovino, que actualmente está en fase de experimentación, se extienda cuanto antes a las explotaciones extremeñas. Ignacio Huertas se muestra igualmente favorable a su implantación porque "de momento está teniendo resultados muy positivos".