La Junta de Extremadura se ha dado de plazo hasta el 2015 para conseguir que todas las poblaciones extremeñas de menos de 2.000 habitantes viertan sus aguas residuales a los ríos en buenas condiciones de depuración.

Así lo confirmó en Mérida el consejero de Industria, Energía y Medio Ambiente, José Luis Navarro, antes de la inaguración del I Congreso sobre Gestión y Restauración de Ríos.

El plan de depuración de aguas residuales ya funciona en poblaciones de más de 5.000 habitantes y en el horizonte del 2011 se incorporarán los municipios de entre 2.000 y 5.000 habitantes.

Navarro incidió en los principales problemas de los ríos extremeños, como la degradación de la vegetación tradicional de la ribera de los sotos de los ríos y la pérdida de las especies tradicionales, provocada, sobre todo, por la actividad humana y los cambios de usos de los suelos mal planificados. Para controlar estos problemas, la Junta prevé controlar las evaluaciones y autorizaciones ambientales que concederá a los proyectos industriales de nueva instalación y los ya existentes. Otra de las medidas contempla las labores de reforestación de los cauces de las riberas de los ríos para revertir su situación actual, que, según Navarro, podría "ser mejor".

200 ESPECIALISTASLa delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, recordó que el Plan Hidrológico Forestal recuperará los entornos y los cauces extremeños e incluye la lucha contra las especies foráneas como el camalote o el mejillón tigre. También se refirió a un convenio que el Estado ha establecido con la Confederaciones Hidrográficas del Tajo y Guadiana para vigilar, inspeccionar y trabajar sobre el dominio público hidrológico.

El congreso se desarrolla hasta mañana jueves en Mérida con más de 200 especialistas que debatirán sobre la actual situación de los ríos extremeños, su problemática y las posibles soluciones.