"Pertenecer a un grupo mayor da una aparente mejor solvencia y una aparente mayor tranquilidad a los impositores e inversores", señala Antonio García Salas, socio director de la escuela de negocios ITAE, que también incide en que la conversión de las cajas en bancos permitirá reducir "el intervencionismo político en su gestión". No obstante, también lamenta que se haya perdido "capacidad de decisión financiera" y que ahora se valore "a los clientes con criterios a establecidos a nivel nacional, que no son los estándares de la región, lo que genera injusticia".