Siete son, en total (cinco fijas y dos móviles), las unidades de vigilancia atmosférica con que cuenta Extremadura. Todas las casetas de la región tienen el mismo sistema. El aire se mide en un calibrador, un captador de alto volumen, un analizador de compuestos orgánicos volátiles, un monitor de partículas y un compresor de aire y un equipo que examina los gases.

Y en el interior. ¿Cómo se consigue retener el aire en las casetas? "A través de una bomba de aspiración el aire entra dentro. Tras su entrada, cada equipo se encarga de analizarlo mediante una técnica denominada óptica", indica Arturo Gómez, uno de los técnicos de mantenimiento de la red extremeña.

Aparte, existen parámetros que se motorizan en la unidades y en los laboratorios analíticos de las mismas. Todos ellos indican la calidad del aire en el entorno y son los siguientes: monóxido de carbono, dióxido de azufre, partículas en suspensión, monóxido de nitrógeno, dióxido de nitrógeno, ozono troposférico, compuestos de orgánicos volátiles y plomo. Todos ellos se diferencian por las fuentes de emisión, los principales efectos y el modo de medición."Las partículas en suspensión, por ejemplo, quedan pegadas en el filtro. La Uex se encarga de analizarlas con un equipo del que se extraen los resultados que luego se cuelgan en la web" dice el técnico.

Sin olvidar el mantenimento. Cada 15 días se hace un control preventivo, en el que la limpieza de equipos y archivos y el cambio de filtros son tareas imprescindibles.