Albalá ha sido descartada como sede del almacén núclear. La población elegida ha sido finalmente Zarra (Valencia), según ha anunciado el Gobierno valenciano, aunque la vicepresidenta del Gobierno, Maria Teresa Fernández de la Vega, ha confirmado la recepción del informe y ha afirmado que el Gobierno lo estudiará para tomar una decisión final que "tendrá en cuenta tanto las cuestiones técnicas" como el necesario "consenso político".La comisión interministerial encargada de elegir la ubicación del cementerio nuclear (el denominado almacén temporal centralizado) ha desetimado la candidatura de Albalá y ha elegido la localidad valenciana de Zarra. La selección de este municipio para ubicar la instalación fue notificada anoche al ministro de Industria, Miguel Sebastián.

Según fuentes conocedoras del proceso, la cuestión ha sido tratada en el consejo de ministros de hoy, pese a que no figuraba en la orden del día.

60 años es la duración que tendrá ese almacén y que concentrará todo el combustible gastado de las centrales nucleares españolas, así como otros residuos generados en sus desmantelamientos. La vida útil de las centrales está fijada en unos 40 años. El Gobierno ya decidió el cierre de dos nucleares: la primera fue la central de José Cabrera, en Almocid de Zorita (Guadalajara) en el 2006; y la segunda, la de Santa María de Garoña (Burgos), que debería dejar de operar en el 2013.

540 millones de inversión

540 millones de euros son los costes previstos para el desarrollo del proyecto y la construcción completa de la instalación. De esta suma, el 25% se invertirá en obra civil; el 50%, en componentes mecánicos, y el 25% restante, en equipamientos de otros sistemas, ingeniería supervisión y puesta en marcha. El ATC tendrá una estructura de 283 metros de largo, 78 de ancho y otros 26 de alto, además de conductos de salida de aire de 45 metros de altura con respecto al nivel del suelo.

50 millones de euros es la cifra que se ha estimado que costará el Centro Tecnológico de Enresa, la empresa nacional que se ocupa de la gestión de los residuos nucleares y que requerirá entre cuatro y cinco años para su construcción. En este centro se desarrollarán proyectos de investigación y desarrollo (I+D). Está previsto que todo el complejo incluya a su vez un parque empresarial.

3.000 puestos de trabajo

3.000 puestos de trabajo directos e indirectos es los que se estima que puede generar el proyecto global. En realidad, en una primera fase, que duraría unos cinco años, se crearían unos 300 empleos directos y a lo largo de la segunda y tercera fases, hasta llegar a los 15 años de desarrollo de todo el plan, se añadirían otros 150 puestos de trabajo.