La película 'Un dios prohibido', que se rodó en Ciudad Rodrigo en septiembre del pasado año, fue estrenada el 28 de junio en los cines de la región. En ella, el extremeño Francisco Pavón, natural de Albalá y nacido en 1984, hizo las funciones de jefe de producción. Francisco estudió inicialmente Gestión y Administración Pública en Cáceres, pero se trasladó a Salamanca para estudiar Comunicación Audiovisual y profundizar así en su interés por el cine. Allí fue donde conoció al director y productor Pablo Moreno con el cual ha trabajado ya en varios largometrajes, así como otros proyectos de Contracorriente Producciones.

El extremeño se incorporó al proyecto durante el periodo de preproducción, a principios de septiembre, un mes antes de empezar a grabar. Durante el rodaje, de mes y medio de duración, estuvo encargado de coordinar el trabajo del equipo. Esta labor no resultó sencilla, puesto que había 25 personas detrás de la cámara en el grupo técnico y 110 actores de reparto, incluyendo algunos con una larga trayectoria cinematográfica como Jesús Guzmán y la joven Elena Furiase conocida por su participación en populares series de televisión. Además, también tuvo que salvar las dificultades que surgen cuando se rueda en una ciudad pequeña, como, por ejemplo, el transporte de todo el personal hasta el lugar de rodaje.

La idea para la película surgió a raíz de un viaje realizado por Pablo Moreno y Ruben Ortega, jefe de fotografía, a Barbastro, Huesca. Allí, se encontraron con una historia que inspiró su interés: la de 51 miembros de la comunidad claretiana que fueron encerrados y ejecutados poco después del comienzo de la guerra civil.

Tras un proceso de documentación, durante el cual se toparon con abundante material, vislumbraron la posibilidad de llevarla al cine. Entonces, se pusieron manos a la obra para realizar el proyecto eligiendo a Juanjo Díaz Polo para escribir el guión y consiguiendo financiación mediante una asociación con la comunidad claretiana.

El presupuesto, de 250,000 euros, resultó muy limitado, especialmente si se tiene en cuenta que es una película de época. Aún más si se considera los filmes con las que ha tenido que competir en la cartelera (Hombre de acero , 225 millones de dolares y After Earth , 130 millones de dolares, entre otros). Esto no ha impedido que, durante sus primeras semanas en los cines, fuese de las diez películas más vistas en España.

En Cáceres, donde se estrenó el 28 de junio, con dos semanas de retraso, el filme ha tenido muy buena acogida entre el público. En otras ciudades de la región, como Mérida y Plasencia, la cinta fue retirada tras la tercera semana.

No obstante y según comenta Francisco Pavón, el éxito de la película es "todo un logro" al solo distribuir 50 copias por todo el país. De hecho, insiste que ha sido una sorpresa positiva para todos los involucrados puesto que "no deja de ser un filme con un tono religioso en su planteamiento".

La cinta mira ahora hacia el mercado internacional, en el que parece haberse echo un hueco ya gracias a las proyecciones previstas en Italia y países del este de Europa. Además, se está cerrando un acuerdo con una distribuidora de América del Sur.