Desde las 24.00 horas del pasado martes, algo más de un centenar de personas, vecinos de Barbaño, de los 659 evacuados para prevenir cualquier riesgo ante la subida del nivel del río, están censados como afectados en el albergue provisional que se ha instalado en el interior del pabellón deportivo cedido por el Ayuntamiento de Montijo, el municipio matriz de la pedanía afectada, que se encuentra a cinco kilómetros de esta población.

"Estamos muy bien y mejor atendidos", manifestaba a este diario Cecilia Sosa, una mujer de 69 años, vecina de Barbaño, que pasó la primera noche en el albergue junto con su esposo, Adolfo Mira, de la misma edad. Era el sentir generalizado entre los acogidos, que disponían de recursos y servicios gestionados por voluntarios de Cruz Roja, que había instalado en el recinto un centro móvil de coordinación.

No obstante, la mayoría de los vecinos de Barbaño se refugiaron en las casas de familiares y de amigos, muchos de ellos en la misma localidad de Montijo y otras de los alrededores, con sus hijos, que vieron cómo ese día no había colegio. Los que pasaron la noche en el pabellón desayunaron en el restaurante Gran Sol, a pocos metros del recinto, donde también se gestionó el poder dar otras comidas.

Cecilia Sosa reside en el número 9 de la Ronda Norte de Barbaño y manifestaba que "aún no ha entrado el agua en el pueblo, pero hemos tenido que salir para evitar posibles riesgos".

Contó que "muchos han decidido quedarse en casas de sus familias y otros también han pasado la noche en los coches, y aquí, la verdad, se han portado muy bien con todos nosotros".

También José Pérez, de 70 años, manifestaba "hemos pasado la noche aquí dentro y estamos muy bien atendidos".

En la calle, el coordinador del dispositivo y del centro móvil de coordinación, Jesús López Santana, señalaba la situación de normalidad dentro y fuera del recinto, en un trasiego continuo de personas que entraban y salían, a visitar a conocidos o a recoger o dejar enseres personales.

Al final de la mañana, los acogidos que se encontraban en el recinto, recibieron la visita de la vicepresidenta del Gobierno de Extremadura, Cristina Teniente, y otras autoridades.

Por la tarde, tras pasar el día pendiente del tiempo y mirando al cielo a la espera de que mejorase el tiempo y poder volver a sus hogares, superior que no podría ser y que tendrían que pasar su segunda noche en el albergue, pues las autoridades decidieron mantener la evacuación preventiva hasta que las condiciones meteorológicas y el caudal del río ofrezcan suficiente seguridad.