El alcalde de Zalamea, famoso gracias a la obra de Calderón de la Barca, puede ser designado el día 15 por el lanzamiento de una moneda si el candidato de IU, Benjamín Sánchez, decide no votar al PSOE y revivir una historia de ultrajes y ofensas, en este caso entre las fuerzas de izquierda en el municipio.

Y es que si Sánchez, de 62 años, concejal desde el año 79, aunque en los últimos cuatro años ha estado fuera del ayuntamiento, no se decanta por nadie, será la suerte la que tendrá que resolver el empate a 1.049 votos y cinco ediles que han recibido los candidatos del PSOE y PP que optan a ser el Pedro Crespo de la próxima legislatura municipal en Zalamea.

Tras las elecciones del 26 de marzo, la localidad extremeña vive una nueva trama teatral, cuyo desenlace no se conocerá en principio hasta el jueves, cuando se decida en asamblea por parte de Unidas por Zalamea: IU/Podemos, como deberá actuar Benjamín Sánchez, si votándose a sí mismo para propiciar el sorteo o apoyando directamente al candidato socialista y alcalde en los últimos cuatro años, Miguel Ángel Fuentes.

El único edil de IU/Podemos dice no estar dispuesto a resolver la intriga de su propia decisión para no condicionar el voto de sus compañeros pero sí reconoce que las posturas van a estar muy igualadas entre apoyar a Fuentes o dejar que sea la suerte quien decida el nombre del nuevo alcalde de Zalamea.

"Estamos muy quemados", se justifica Benjamín Sánchez para explicar que no esté claro el apoyo a los socialistas, "cuando ellos han necesitado de nosotros hemos hecho lo posible y lo imposible por darle nuestro apoyo, pero después, ya si te he visto no me acuerdo. Ese es el problema, que nos machacan en cuando pueden".

En ese sentido recuerda como en la legislatura del 83 al 87 IU llegó a un acuerdo con el PSOE para el gobierno del Ayuntamiento de Zalamea de la Serena, pero el idilio les duró poco porque tres meses después se rompió el pacto y "además -puntualiza- se echaron en brazos del único concejal que había en Extremadura del partido Demócrata Liberal de Garriges Walker".

Para Benjamín Sánchez, más que el honor del que hablaba Calderón de la Barca, es la fidelidad a los principios el verdadero "patrimonio del alma" y, por ello, relata con orgullo que está afiliado al Partido Comunista desde el año 1974 y que por dos veces el PSOE intentó sin éxito que él se pasara a sus filas.

Izquierda Unida, que ha llegado a contar en Zalamea de la Serena con un 35 por ciento de los votos -ahora tiene justo el 10%- ha visto sin embargo, según Sánchez, como alguno de sus concejales, entre ellos Manuel Centeno, después de 20 años en la coalición, decidía hace ocho pasarse al PSOE, algo que su excompañero no acaba de entender y que reconoce que le "machaca".

Benjamín Sánchez considera, además, que los socialistas no suelen llevar a cabo políticas de izquierda en el municipio y en concreto cree que Miguel Ángel Fuentes, que es "muy buena persona", ha hecho más bien poco en estos últimos cuatro años como alcalde de Zalamea.

Al candidato del PP, José Antonio Murillo, que además es su primo segundo, lo define como "muy autoritario" y recuerda que hace ocho años gobernó con mayoría simple, ya que el que había sido alcalde socialista del municipio durante 20 años, Luis Dávila Pozo, impidió un acuerdo entre el PSOE, IU y la candidatura independiente que él mismo había creado tras dejar las filas socialistas.

"Fueron cuatro años de unas tensiones horribles, pero eso no se criticó por parte del PSOE, porque Dávila había sido uno de los suyos", según Sánchez, quien reconoce, no obstante, que si IU/Podemos decide finalmente propiciar el sorteo el próximo día 15 serán "machacados", un verbo que siempre utiliza para referirse a la relación que han mantenido con los socialistas en un pueblo en el que durante muchos años la derecha era casi una opción residual.

Decía Calderón de la Barca que "nada me parece justo, en siendo contra mi gusto", una frase que podría hacer suya Benjamín Sánchez como principal actor del nudo en esta nueva versión del alcalde de Zalamea.

Es consciente de que no apoyar al PSOE les perjudicará, por lo que cree que al final se impondrá el "pragmatismo político" frente al pundonor, pero para ello habrá que esperar al desenlace.