El cambio climático y los bajos precios devastan la apicultura extremeña. O al menos así lo entiende la organización agraria UPA-UCE Extremadura, que alerta de sus efectos negativos en el Día Mundial de las Abejas, que se celebra hoy.

La organización pone el foco, según recoge la agencia Efe, la importancia de la polinización de las abejas para la supervivencia de los ecosistemas del que depende "entre el 70 y 80 por ciento de la flora y la fauna".

Sin embargo, los efectos del cambio climático inciden gravemente en estos polinizadores y se ha registrado una alta mortalidad en las colmenas por las condiciones de temperatura y humedad con lluvias irregulares, ausentes o en exceso.

"Las consecuencias del cambio climático se traducen ya en una disminución considerable de polen y miel", ha señalado el responsable apícola de UPA-UCE, Antonio Prieto.

En este sentido, ha explicado que la apicultura constituye uno de los mejores modelos de producción ganadera sostenible, ya que es una actividad respetuosa con el medio ambiente al tiempo que facilita la polinización de las plantas.

Además, esta práctica está muy condicionada por la climatología y ligada a la trashumancia, donde las abejas necesitan de los recursos naturales a través del polen para satisfacer sus necesidades.

Asimismo, ha lamentado que el sector apícola no solo tiene que hacer frente a los efectos del cambio climático, sino también a las importaciones a bajo precio que bloquean la venta de miel española.

"Nuestros apicultores apuestan por producir miel de calidad, pero las entradas masivas de mieles de otros países tienen paralizado nuestro producto en almacenes de toda España", ha dicho.