El Gobierno español no emitirá ni ejecutará la autorización necesaria para comenzar las operaciones del Almacén Temporal Individualizado (ATI) de residuos de la Central Nuclear de Almaraz hasta que las autoridades portuguesas hayan examinado la información pertinente en materia medioambiental y de seguridad. Tampoco le dará el permiso para que entre en funcionamiento antes de que responsables lusos hayan visitado las instalaciones de la planta cacereña.

Este es el compromiso que el Ejecutivo portugués ha obtenido del español a cambio de retirar la denuncia que interpuso ante la Comisión Europea en enero pasado. La queja del país vecino estaba argumentada en que no se había tenido en cuenta el impacto ambiental transfronterizo del proyecto, ubicado a unos cien kilómetros de su territorio. De seguir adelante, la protesta podría acabar en el plazo de tres meses ante el Tribunal de Justicia de la UE.

El acuerdo fue anunciado ayer por la Comisión Europea, si bien fue alcanzado a inicios de este mes entre el presidente español, Mariano Rajoy, y el primer ministro de Portugal, António Costa, durante la cumbre celebrada en Malta. El acuerdo estuvo auspiciado por el presidente de la Comisión Jean-Claude Juncker

Tanto la visita como el intercambio de información tendrán lugar a lo largo de los dos próximos dos meses, periodo durante el cual, según recoge el acuerdo, España «se abstendrá de tomar cualquier medida que pueda considerarse irreversible» o que pueda «influir en el resultado de la consulta de Portugal». Este tiempo, se añade, se empleará para examinar y tomar en consideración «toda reserva legítima» expresada sobre el proyecto. A la vez, también tendrá que tenerse en cuenta «cualquier medida proporcionada que pueda servir para abordar las legítimas reservas» expresadas por Lisboa.

La construcción del ATI de Almaraz obtuvo a finales del año pasado tanto la Declaración de Impacto Ambiental favorable del Ministerio de Medio Ambiente como el permiso del Ministerio de Energía. De hecho, a inicios de este mismo mes habían comenzado ya los primeros trabajos sobre el terreno. Fuentes del Ministerio de Energía señalaron ayer que el almacén podría recibir la autorización de funcionamiento a finales de este año de haberse resuelto las consultas y acuerdos necesarios con el Gobierno portugués, informa EFE.

VALORACIONES / Las autoridades de Portugal acogieron ayer con satisfacción este acuerdo, aunque con reservas respecto al futuro, y dejaron claro que tomarán cartas en el asunto si entienden que la construcción del ATI tendrá un impacto negativo para el país. «Este acuerdo no hace que Portugal abdique del derecho de accionar todos los medios legales que prevé el tratado de la Unión Europea para hacer valer su interés», señaló el ministro portugués de Exteriores, Augusto Santos Silva, durante la rueda de prensa en la que se explicó el pacto.

En tono similar, el titular de Medio Ambiente, João Matos Fernandes, reiteró en el Parlamento que el acuerdo alcanzado «en nada perjudica el derecho de Portugal, si así lo entiende, de avanzar con una queja en caso de que no se consiga un consenso».

El presidente luso, Marcelo Rebelo de Sousa, apeló por su parte a que los Gobiernos y partidos de Portugal y España unan esfuerzos para conseguir alcanzar un acuerdo definitivo sobre el almacén de residuos nucleares de Almaraz. «Los dos Gobiernos, los partidos de un lado y otro que tienen influencia, pueden y deben ayudar», dijo.