La Central Nuclear de Almaraz solo podrá tener un único propietario, en lugar de los tres actuales, y tendrá que cambiar de forma jurídica para adaptarse a la nueva Ley de Responsabilidad Civil por Daños Nucleares. A priori, esto posibilitará que la instalación fije definitivamente su domicilio fiscal en la región.

La Junta de Extremadura lleva mucho tiempo detrás de este objetivo y ahora lo ve más cerca que nunca. Así lo expresó ayer el consejero de Industria, Energía y Medio Ambiente, que compareció en Mérida para explicar las repercusiones que la nueva normativa puede tener para la comunidad autónoma. La Ley de Responsabilidad Civil, aprobada definitivamente por el Congreso de los Diputados el jueves, obliga a que la titularidad de las centrales sea única y que se establezcan como personas jurídicas con entidad propia. De esta forma se pretende aclarar la responsabilidad jurídica ante posibles daños por un incidente nuclear. Esto hasta ahora resultaba difuso en España, dado que la mayoría de estas instalaciones --entre ellas Almaraz-- pertenecen a varias compañías electrónicas vinculadas mediante formas societarias en las que resulta complicado distribuir el grado de responsabilidad en la gestión.

En el caso de la planta extremeña, Iberdrola tiene el 52,7% de las acciones, Endesa el 36% y Gas Natural-Fenosa, el 11,3% restante. A partir de ahora las tres compañías tendrán que buscar una fórmula para que una sola figure como propietaria.

Por otra parte, la central se gestiona actualmente mediante una sociedad constituida como comunidad de bienes, integrada a su vez en una Agrupación de Interés Económómico que agrupa a las centrales de Almaraz y Trillo. Todo esto tendrá que simplificarse en apenas un año, que es el tiempo que la ley fija para que el sector se adapte a las nuevas condiciones, y para ello tendrán que convertir estas sociedades en figuras jurídicas mercantiles, como por ejemplo, una sociedad anónima.

Ni Iberdrola ni Endesa ni Gas Natural se pronunciaron ayer sobre cómo realizarán este cambio. Pero la ley no les coge por sorpresa. Ya hace un año, durante la Junta General de Accionistas de Iberdrola, en Bilbao, el presidente de esta multinacional, Ignacio Galán, se refirió a este tema: "la central de Garoña estaba domiciliada en Cantabria y finalmente tributó en su tierra, en Burgos; por esa regla de tres se pueden sacar conclusiones sobre lo que va a ocurrir con Almaraz". Por tanto, serán ahora las compañías las que tengan que encontrar la fórmula para hacerlo, ante lo imbricado del sistema de propiedad de las seis centrales españolas.

SIN IMPACTO DIRECTO Todo esto no tendrá consecuencias directas, a priori, sobre las arcas de la comunidad autónoma. Primero, porque una vez resuelta la ecuación de la propiedad y la forma jurídica, la sociedad resultante debe decidir dónde inscribe su domicilio fiscal, si en Cáceres o en otra provincia. Así lo explicó José Luis Navarro, que aseguró que existe una jurisprudencia fiscal y societaria en España que determina que la empresa que tiene un objeto único y lo desarrolla en un único lugar --como es el caso de Almaraz, dedicada a la producción de electricidad en este municipio cacereño--, tiene su domicilio en ese lugar. "Darse de alta con su domicilio fiscal en Cáceres es algo que esperamos que se produzca", admitió el consejero de Industria, Energía y Medio Ambiente.

Sin embargo esto no reportará mayores ingresos directos a la región. Según Navarro, la hacienda autonómica recibirá los mismos ingresos por IVA si Almaraz fija su domicilio en Extremadura, que si lo hace en Madrid, Barcelona o Bilbao. La ventaja, en su opinión, es que "hay quien periódicamente utiliza las balanzas fiscales y, si --estas instalaciones-- no tributan en Extremadura, no se refleja una foto exacta y cierta de la realidad". Para el Gobierno extremeño también podría ser una ventaja a la hora de negociar cambios en el modelo de financiación autonómica.

La Junta destacó además que la enmienda que ha permitido introducir en la ley estas exigencias es fruto del esfuerzo de dos senadoras de la región, Ascensión Murillo y Rafaela Fuentes.