La Central Nuclear de Almaraz inicia la segunda fase del aumento de potencia. Como ya ocurriera en la Unidad I hace aproximadamente un año, la central aprovechará la recarga de combustible y el mantenimiento general en la Unidad II para cambiar el alternador e incrementar la potencia de la unidad y alcanzar los 1.045 megavatios. Para realizar los trabajos de recarga y otros de conservación, dicha unidad fue desconectada de la red eléctrica nacional el pasado domingo y así estará al menos durante 10 semanas --70 días--, el tiempo que se estima para realizar todos los trabajos pendientes. Es una de las paradas más largas de los últimos años.
Además de la recarga de combustible y el cambio de alternador --estator, rotor y excitatriz--, para aumentar la potencia se cambiará también la turbina de alta presión, se instalarán nuevas unidades de refrigeración de agua de las bobinas y una nueva unidad de aceite de cierres del alternador. También se cambiarán las bombas de condensado y de drenaje de calentadores y se modificarán las barras de fase de aislamiento y conexión de equipo de ventilación. De todas estas actuaciones se encargarán 1.500 operarios más, que se unirán a los trabajadores de la planta nuclear, y colaborarán más de 70 empresas especializadas del país.
A las tareas que tendrán que realizar durante unos 70 días estos técnicos, se suman las inspecciones por corrientes inducidas en los tres generadores de vapor, o la inspección visual de las toberas, entre otras tareas de mantenimiento y control.
La Unidad II se enfrenta a la 19 recarga de su historia. La última vez que paró por el mismo motivo fue hace más de un año, de abril a junio del 2009, cuando estuvo 53 días desacoplada de la red eléctrica --20 días más de lo previsto--. En ese momento también se realizaron tareas de inspección y mantenimiento de los generadores de vapor. Mientras, la Unidad I inició el pasado noviembre los trabajos para aumentar su potencia un 8%, aprovechando también su recarga. Su desacople de la red se alargó hasta los 75 días.
