La central de Almaraz será sometida a una "inspección suplementaria" después de que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) haya calificado "de importancia sustancial para la seguridad" la avería que sufrió el pasado 4 de noviembre. La "fuga de refrigerante" que se registró en la Unidad II ha sido certificada por el CSN como la incidencia de mayor nivel entre todas las centrales españolas en el último cuatrimestre del año pasado, según los resultados que ayer analizó el pleno del organismo regulador.

Almaraz tendrá vigilancia especial para "certificar que se han identificado las causas del fallo" de noviembre y "evaluar la eficacia de las medidas correctoras que se han puesto en marcha", según ha confirmado el CSN.

La avería se debió a la parada de una de las bombas que impulsan el agua que sirve para refrigerar la piscina de combustible del reactor de Almaraz II, mientras la de repuesto estaba fuera de servicio. En el informe difundido ayer, el CSN sitúa este incidente en el nivel "amarillo", el segundo más elevado (solo le supera el rojo), aunque reconoce que la "fuga" fue "transitoria" y de "corta duración" y que no tuvo impacto en el personal ni en el medioambiente.

El pleno del Consejo de Seguridad Nuclear abordó ayer el balance del primer año de implantación del Sistema Integrado de Supervisión de Centrales (SISC), que establece un mayor control sobre el funcionamiento de estas instalaciones, incluyendo la vigilancia, la valoración de los resultados, la adopción de actuaciones para corregir las deficiencias que se observen y la comunicación al público. Al cierre de este periodo, Almaraz II se mantiene en un nivel que el CSN denomina "pilar degradado", debido a la importancia de la "fuga del sistema refrigerante", de nivel "amarillo". Ninguna otra central está en esta situación.

42 INSPECCIONES En el estadio inmediatamente inferior se encuentran Ascó II, Trillo y Vandellós II, que presentan cada una un indicador blanco, que significará una inspección en las dos primeras y un análisis en la segunda. Ascó II sufrió cuatro paradas no programadas en un reactor y Trillo y Vandellós II tuvieron fallos en los sistemas para minimizar el impacto de generadores diesel. El resto de las centrales, Almaraz I, Ascó I, Cofrentes y Garoña, presentan indicadores verdes, es decir, normales. El CSN tuvo que realizar 42 inspecciones en las centrales entre octubre y diciembre pasados.

Tras la avería de Almaraz II, el CSN situó la incidencia en el nivel 1 (el mayor es el 7) dentro de la Escala Internacional de Sucesos Nucleares. Posteriormente, la rebajó al nivel 0, el más bajo. Sus inspectores certificaron que las medidas de seguridad superaban las establecidas por ley y permitían en todo momento garantizar la temperatura del agua en la piscina de combustible.

La central de Almaraz prefirió ayer no entrar a valorar la información salida del pleno del CSN.