El futuro de dos tercios la producción de tabaco en Extremadura está en el aire, después de que la multinacional Altadis anunciara ayer el cierre de su planta de fabricación de cigarrillos en La Rioja, la única que mantiene en España (aún quedaría la de Santander, una planta mecanizada) y donde termina más del 60% del tabaco que se cultiva en la región. Desde el sector se muestran pesimistas y se interpreta la decisión como una "malísima noticia" que aseguran que tendrá consecuencias negativas a medio y largo plazo, aunque la empresa no ha aclarado aún cómo afectará ese cierre --que deja en la calle a sus 471 trabajadores-- a sus compromisos de compra de la materia prima en la región (este diario se dirigió ayer a Altadis pero no obtuvo respuesta).

Altadis anunció ayer que activará un plan de reestructuración que contempla el cese de la actividad de la fábrica de cigarrillos del municipio riojano de Agoncillo el próximo 30 de junio. La empresa ampara la decisión en una caída de ventas del 45% en los cinco últimos años "por la presión regulatoria sobre el tabaco" y "el considerable aumento del comercio ilícito", recoge la Agencia Efe. Son dos consideraciones compartidas por Cooperativas Agroalimentarias de Extremadura, donde consideran que el cierre "no debe tener consecuencias en el sector".

Sin embargo organizaciones agrarias y sindicales son poco optimistas con el futuro tras años de malas noticias y cierres (Altadis se ha ido desprendiendo desde 1999, cuando se creó, de las 12 fábricas que tenía en España, una de ellas en Malpartida de Plasencia). "Esto quiere decir que esta empresa está de retirada en España y eso, a medio y largo plazo será muy malo para los productores extremeños", señala Teófilo Moreno, representante de la Mesa del Tabaco de UPA Extremadura. Según las cifras que baraja, Altadis compra cerca del 65% del tabaco que se produce en Extremadura, donde se cultiva el 96% del tabaco español. Ese porcentaje suponen de 16.000 a 18.000 toneladas de las más de 30.000 que salen del campo extremeño.

EN CAIDA La situación del sector lleva años de caídas, arrastrado por varias circunstancias, entre ellas el traslado de las multinacionales de sus producciones a países en desarrollo a costa del abandono de Europa. Tabacalera compraba el 100% de la producción y la situación comenzó a bajar desde la creación de Alliance Tobacco Distribution (Altadis) en 1999 con la fusión de Tabacalera y la francesa Seita. La compra de tabaco ha ido bajando poco a poco y en los últimos años ese volumen ha rondado las seis mil toneladas, según fuentes del sector. "Si no se buscan alternativas el futuro puede ser complicado porque es un sector en descenso", afirma Angel Bodes, representante de la Sección Sindical de CCOO en Cetarsa,

El cultivo de tabaco es el modo de vida de más de 20.000 familias extremeñas, principalmente de dos comarcas del norte de la región, Campo Arañuelo, La Vera y también de una parte de la de Alagón. Además, otros 700 empleos dependen de las dos plantas de primera transformación que hay en Navalmoral de la Mata y Talayuela y otra cifra indeterminada, de la red de industrias auxiliares (insecticidas, nematicidas...) ligadas directamente a este cultivo.

EL FUTURO La alternativa ante el incierto futuro en el sector pasaría por negociar con otras manufactureras que puedan absorber la producción. "Podría ser posible, pero en todo caso son escenarios que habría que empezar a ver", indica Teófilo Moreno que reconoce que en el sector "hay preocupación", en parte también porque la noticia llega en un mal momento, puesto que a finales de este trimestre se debe cerrar la contratación de la próxima campaña.

"Además aquí no tenemos a la General Motors, cuesta mucho crear un puesto de trabajo y esto puede hacer desaparecer mucho empleo y eso es pobreza", añade.

La decisión de Altadis y sus posibles efectos en el cultivo de tabaco en la región será una de las cuestiones que se pondrá sobre la mesa en la reunión que el sector mantendrá esta semana con el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. "Desde hace tiempo veníamos visando de que Altadis está en una estrategia de reestructuración a nivel mundial y que está perdiendo el interés por producir en España", insiste el secretario general de UPA, Ignacio Huertas, que recuerda los precios a la baja de los últimos años y la caída en el volumen de compra. De hecho hay otra reunión solicitada, aún sin fecha, con el Ministerio de Agricultura para abordar la incertidumbre que se cierne actualmente sobre el sector del tabaco.