El presidente de Altadis, Dominic Brisby, ha transmitido este jueves su preocupación por la presión fiscal y regulatoria sobre el tabaco, al tiempo que ha expuesto la "compleja" situación que atraviesa el sector tras la subida de impuestos realizada en diciembre de 2010 y la entrada en vigor de la reforma de la ley antitabaco en enero de este año.

Así lo ha puesto de manifiesto en el transcurso de una visita a la factoría de Altadis en Agoncillo (La Rioja), junto con el presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz.

La subida de impuestos y la ley antitabaco han provocado una caída de las ventas de cigarrillos del 16% en el mercado este año, según los datos facilitados por la compañía, si bien este retroceso ha tenido menor impacto en la fábrica de Agoncillo, ya que vende un 30% de su producción en el exterior.

La fábrica de cigarrillos de Altadis en La Rioja, con una plantilla de 566 trabajadores, es la única que existe en España, junto a la factoría de puros mecanizados de Cantabria y la planta de proceso primario de Cádiz. El centro de transformación de tabaco negro ubicado en Palazuelo (Extremadura) cesará su actividad en diciembre de este año.

La fábrica alcanzó en el año 2010 una producción de 29 billones de cigarrillos, unos 150 millones de unidades al día. La máquina más rápida produce 16.000 cigarrillos por minuto. El 73,6% de su producción está destinada al consumo nacional y el resto, 26,4% a la exportación. Sus mercados de destino más importantes son Irak, Portugal, Italia, Austria, Marruecos, Francia, Túnez y Gibraltar.

El 82% de la producción de la fábrica corresponde a cigarrillos rubios, con Fortuna, Ducados Rubio, Nobel y JPS como principales marcas, y el 18% a cigarrillos negros, con Ducados negro, Habanos y BN como marcas más relevantes.