Altadis despejó ayer, aunque solo en parte, la duda que el anuncio de cierre de la fábrica de La Rioja sembró un día antes en el sector tabaquero extremeño como principal productor de la materia prima en España. La multinacional confirma que mantendrá la compra de tabaco a España (y por tanto a Extremadura, que produce el 97% del territorio nacional) hasta el 2017, en base a un compromiso de compra suscrito el año pasado con el Ministerio de Agricultura para tres cosechas y en el que, sin embargo, no se recogen volúmenes de compra. El mensaje que traslada la empresa es que cumplirá ese acuerdo, aunque a la hora de barajar cifras, emplaza a "esperar a que se confirmen las próximas compras de cosecha de tabaco que puede haber", la misma respuesta que ofrece al ser preguntados por este diario sobre el posible impacto que el cierre podría tener en la compra del tabco extremeño.

En el comunicado oficial con el que Altadis anunciaba en enero del 2015 el compromiso de compra alcanzado con el Ministerio, la empresa explicaba que "en virtud de este convenio, que surtirá efecto hasta el 31 de mayo de 2017, Altadis se compromete a mantener la compra de tabaco en rama español, en condiciones de libre competencia, durante las tres cosechas de los años 2014, 2015 y 2016, lo que permitirá a la Compañía seguir contribuyendo al sostenimiento del sector tabaquero español".

SIN CIFRAS El texto añadía que el Ministerio se comprometía por su parte "alcanzar el objetivo común de mejorar la calidad y eficiencia de la producción de hoja de tabaco español y garantizar así la sostenibilidad de su cultivo y procesado". En ese acuerdo, como puntualizaba ayer, "no se cuantifican volúmenes, pero sí contempla un compromiso de compra para estos años en Extremadura".

La empresa no relaciona directamente el cierre de la fábrica de La Rioja y una posible reducción en el volumen de compra de tabaco a Extremadura, pero tampoco garantiza que se vaya a mantener en los próximos años, aunque sí destaca "la calidad" como uno de los elementos que han hecho hasta ahora atractivo al producto en España. Altadis rebaja además las cifras aportadas por representantes del sector y afirma que compran en torno a un 30% de la cosecha en la región y que una parte va a las fábricas que tienen en distintos puntos del mundo.

La multinacional tabaquera reconoce que, echando la vista atrás y dentro del contexto negativo del sector, "en los últimos años esos volúmenes de compra ya se han ido reduciendo"; a la par que disminuían el número de fábricas que Altadis tenía en España (Hace 16 años había 12 empresas y el próximo 30 de junio quedará únicamente la de Santander, de producción mecanizada). "Si el tabaco fuera un producto en expansión, se estarían incrementando los volúmenes de compra, pero lamentablemente no es así y todas las compañías hemos tenido que ir adaptando los volúmenes de compra a las nuevas circunstancias", señalan. El argumento de la empresa es que, puesto que el tabaco está mal visto y cada vez se fuma menos, cada vez se vende menos, se produce menos y hacen falta menos fábricas. "Si hacen falta menos fábricas, también se necesita menos materia prima. Es la ley de la oferta y la demanda", dicen.

SALIDA Tal y como publicó ayer este diario, representantes del sector tabaquero de la región temen que los planes de futuro de Altadis incluyan una salida de España y que eso les haga perder a uno de sus principales clientes. En todo caso el cierre anunciado en la fábrica de La Rioja es el último problema que acumula en los últimos años el sector tabaquero fundamental en Extremadura --especialmente en las comarcas de La Vera, el Campo Arañuelo y parte del Alagón, todas en el norte de Cáceres-- y por el que representantes del sector se reunirán hoy con el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara.