Los años pasan pero las inquietudes no desaparecen. La edad reconcilia con todo aquello que se deja por el camino. A veces por elección propia y otras porque la realidad de ese momento te obliga a abandonar. En el caso de Extremadura, muchas aspiraciones pasaron de largo para muchos padres y madres -ahora abuelos y abuelas- y otros tuvieron que bajarse del tren aunque ya estuviera en marcha.

Después de una vida de experiencias, los cincuenta es la edad que eligen los extremeños para abrazar sus inquietudes de juventud, según señala un estudio elaborado por Sondea para la empresa de prótesis dentales Corega. Lo prioritario es siempre mantenerse sanos, pero si este requisito se cumple, los residentes en la región con más de 55 años recogen un gran abanico de propuestas. La encuesta recaba que un 75% asegura que realiza más actividades de ocio que antes y la mitad apunta que viaja más ahora. De hecho, la principal aspiración para los extremeños pasa por el turismo -un viaje gastronómico por Europa y un viaje en velero-. Desarrollar una faceta artística que desconocen o que han mantenido en un cajón durante años también se encuentra en su lista de intereses.

‘Eterno’ aprendizaje

La encuesta desvela también que aprender no tiene edad. En ese sentido, gran parte de los extremeños busca conocer un idioma o empaparse de conocimientos. En Extremadura, una de las instituciones que congrega la inquietud académica es la Universidad de Mayores (UMEX), un organismo que depende de la Universidad de Extremadura.

Este año, en el acto de entrega de diplomas a los alumnos fue el rector de la universidad, Segundo Píriz quien felicitó a los que «no se cansan de aprender» y determinó una máxima de vida para sus graduados: «uno está aprendiendo y enseñando siempre, y esa es la base de la vida». G. G.