Un total de 33 niños del Colegio de Educación Especial Proa de Cáceres --que cuenta con un total de 76 estudiantes matriculados-- acompañados por 15 monitores visitaron el pasado jueves el Parlamento de Extremadura para conocer de cerca el hemiciclo de la Cámara regional así como las funciones que le compete dentro de la ordenación política regional. Además, algunos de estos estudiantes --que tienen necesidades educativas especiales-- simularon un pleno institucional en presencia del presidente Juan Ramón Ferreira.

En total fueron trece los alumnos que protagonizaron el pleno simulado, en el que se debatió la posible creación de un centro de empleo para discapacitados.

Estos aprendices de diputados demandaron que este centro pusiera en marcha cursos formativos de carpintería y mecánica dirigidos a los chicos y de peluquería para las chicas con el objetivo de poder acceder en el futuro a un trabajo para "ganar mucho dinero" como manifestaron.

El presidente parlamentario aseguró sentirse "satisfecho y contento" de prestar el hemiciclo para sacar "una sonrisa" a los alumnos, y les animó a seguir "felices".

Casi más sorprendidos por las cámaras de televisión que grababan su excursión que por la actividad parlamentaria, los chicos aprendieron cómo los dirigentes del Gobierno regional y los diputados votan las leyes y defienden sus propuestas. Ellos mismos salieron a la palestra para hablar de temas de su interés entre los que no faltó la Eurocopa 2008 que se celebra estos días. Apoyaron a su equipo favorito, la selección española, y votaron a mano alzada cuál de todas las selecciones es la mejor del campeonato, para ejemplificar cómo las leyes salen adelante en la Cámara.

Así, una de las alumnas dirigió la mesa de presidencia como si de un pleno real se tratara. Al igual que Ferreira, Carolina Magro Guapo, de 21 años, concedió la palabra a aquellos compañeros que tenían algo que decir a los presentes: al director del colegio, a sus profesoras y simbólicamente a toda Extremadura. En este pleno simulado coincidieron en solicitar a las autoridades la creación de un centro de empleo para discapacitados intelectuales.

Para Carolina, Juan Ramón Ferreira "es un señor muy simpático" por apoyar a sus compañeros y a ella misma.

Pero sin duda, fue el director del centro, Sixto Iglesias, el que más emocionado se mostró en esta visita. Para él, esta actividad es "una oportunidad para que lo que aprenden en la teoría se refuerce con la experiencia". "Ahora, cuando les digamos algunas cosas que tengan que hacer lo van a someter todo a votación", indica Iglesias. Así que "democráticamente los trataremos de convencer".

También se sorprendió cuando sus alumnos "trataron todos el tema de los oficios y su afán por ganar dinero" una actitud y un "espíritu materialista que no conocía".