Los casi 82.000 alumnos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) tendrán clases de recuperación durante un mes antes de volver a examinarse, según anunció ayer el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra. El dirigente regional, que ante la polémica surgida en las últimas semanas reveló nuevos detalles del modelo educativo que se está aplicando por primera vez en este curso, explicó que las clases de apoyo las darán los mismos profesores del curso y los jóvenes se examinarán sólo de la parte de la materia que hayan suspendido.

Ibarra dejó claro que el Gobierno regional mantendrá en junio los exámenes de recuperación pese a la petición de CSI-CSIF, PP y asociaciones de padres de que sean en septiembre. En este sentido, recordó que la actual ley de calidad de la educación ofrece un periodo que oscila entre junio y septiembre para realizar estas pruebas, por lo que animó a los populares a negociar con el Ministerio de Educación si no están de acuerdo. Mientras, añadió, "éste es el sistema que se va a seguir" porque "pedagógicamente es el mejor".

Según el modelo que ha diseñado la Consejería de Educación, a principios del mes de junio se sabrán las notas. Para los estudiantes que hayan suspendido se establecerá exactamente qué parte deben recuperar y durante cerca de un mes recibirán clases de recuperación sobre esos contenidos concretos.

La clave, añadió el presidente de la Junta, es que será el mismo profesor que ha tenido durante el curso el que oriente a los alumnos y les examine. Por lo que se refiere al resto del alumnado, deberán seguir asistiendo a clase y podrán subir nota.

PP Y CSI-CSIF Ibarra defendió este sistema y criticó tanto al PP como al sindicato CSI-CSIF por su "ataque brutal" al cuerpo docente extremeño, al tiempo que recordó que el incremento de renta de las familias extremeñas permite que en verano muchas de ellas aprovechen para estar más tiempo con sus hijos y salir de vacaciones.

Además, la Junta considera que se preserva también el derecho de los profesores a acceder a los concursos anuales de traslados, puesto que con exámenes en septiembre o se retrasan los traslados o los exámenes los realizan profesores que no conocen a los alumnos.