La climatología acompañó y las dos procesiones del Martes Santos en la ciudad pudieron salir y unir las dos orillas del Guadiana, desde sus respectivas iglesias para solaz de sus cofrades y del público que participa en la Semana de Pasión de Badajoz, declarada de Interés Turístico Nacional y aspirante a la declaración internacional. Pasaban la 21.00 horas cuando los primeros nazarenos de la Pontificia Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Espina y María Santísima de la Amargura cruzaban el portón del convento de Nuestra Señora de la Merced, las clarisas descalzas.

La cofradía se fundó en 1773 en torno a la reliquia de la santa espina, que el Papa Clemente XIV le concedió la bula pontificia como hermandad de silencio, y fue refundada en 1939 con una junta de gobierno compuesta solo por mujeres, cuya hermana mayor es Ana Sánchez Barriga.

5 AÑOS DE RESTAURACION En la procesión de ayer, el Cristo de la Espina lució al fin unas andas completamente rehabilitadas, tras un periodo de restauración que se ha prolongado durante cinco años, con un nuevo respiradero lateral hecho en un taller de dorado de artesanos de Sevilla, explica su hermana mayor, "pues no podíamos afrontar el gasto de hacerlo todo una sola vez, pues es un paso muy grande y costoso económicamente, por eso lo hemos ido restaurando poco a poco y este año ya sale, por fin, completo".

A la novedad del paso del Cristo se une la de la Virgen de la Amargura, que vistió una saya de color grana donada por una hermana de la junta el año pasado y un fajín de generala, donado por Antonio Rajo, "que es oriundo de aquí pero vive en Sevilla, por lo que hizo la donación a través de su familia", según Sánchez Barriga.

La procesión hizo un pequeño cambio en el itinerario al salir, en vez de ir por San Blas, fue por López Prudencio, para esquivar un cable que le impedía el paso. Al ser de silencio, no lleva acompañamiento musical, solo un cornetín de orden que toca atención en las esquinas y utilizan una campana para transmitir los distintos movimientos.

Además, la Agrupación de Voces Corales, hermana de honor de la hermandad. cantó a la Virgen y al Cristo a su paso por la ermita de la Soledad, por donde desfilaron 120 nazarenos del Cristo, 100 de la Virgen y 50 niños entre ambos pasos, entrando en la carrera oficial un cuarto de hora antes de lo previsto.

La hermana mayor destaca el "importante patrimonio que tiene la Hermandad de las Descalzas, que ha conservado gracias a que sus responsables han sabido mantenerlo", así como "la seriedad que tiene cuando procesiona por la calle", dijo.