El consejero de Economía y Trabajo y portavoz del Gobierno extremeño, Manuel Amigo, aseguró ayer que el aumento del paro en la región durante el 2003 es achacable a la influencia de las "malas prácticas" del sector de la construcción, al efecto estadístico de los trabajadores de la Renta Agraria y a la falta de inversión del Gobierno central.

El portavoz de la Junta analizó ayer las cifras del paro registradas en el mes de diciembre, que suponen entre otras cosas que el desempleo creció en la región por tercer año consecutivo y que sólo en el último mes se destruyeron en Extremadura 3.000 puestos de trabajo. A su juicio, resulta cuando menos "curioso" que sea precisamente en la construcción donde más ha subido el paro en diciembre cuando este sector es el que ha creado más empleo en el resto del año.

En este sentido, afirmó que hay empresas constructoras "que despiden a trabajadores en diciembre porque es el mes con menos días hábiles y les contratan tras estas fechas". Esta "mala práctica", que según dijo es generalizada en toda España, tiene una mayor influencia en la región por el mayor peso que tiene la construcción en la economía.

INFLUENCIA DIRECTA El portavoz de la Junta resaltó que Extremadura "iba a ser una de las pocas comunidades que iba a crear empleo en el 2003" y lo habría conseguido "si no fuese por los efectos de esa mala práctica". Y es que sólo en diciembre la construcción registró casi 2.500 nuevos desempleados.

Pero Amigo no culpó de los datos únicamente a la construcción y destacó también la influencia que ha tenido la nueva metodología del régimen agrario, ya que los que entran en la Renta Agraria contabilizan como parados cuando no trabajan, lo que no ocurre en el Reass.

El tercer factor determinante es para el consejero la baja inversión del Gobierno, porque "si Extremadura no hubiese sido discriminada en los Presupuestos Generales del Estado --con una inversión por habitante un 30% inferior a la media-- tendríamos más medios".