Andalucía tendrá competencias exclusivas en todo lo relacionado con el flamenco, un arte con un gran arraigo cultural en Extremadura y en otras regiones. Así lo señala el texto del nuevo Estatuto de Autonomía de Andalucía, aprobado por la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados con el apoyo de PP y PSOE.

Además de asumir el flamenco como propio, el nuevo texto establece que el Estado debe invertir en la comunidad andaluza la cantidad que le corresponde en función de su población y traspasa a la Junta las competencias sobre la cuenca del Guadalquivir que discurre por suelo andaluz. Es decir, que Andalucía no gestionará toda la cuenca, incluída la parte extremeña, como era su intención inicial.

El flamenco, asumidode forma "exclusiva"

El artículo 67 del nuevo Estatuto andaluz, pendiente solo de su aprobación definitiva en el Congreso, lo deja muy claro. Así, a pesar de las protestas expresadas en su día por Extremadura, "corresponde a Andalucía la competencia exclusiva en materia de conocimiento, conservación, investigación, formación, promoción y difusión del flamenco como elemento singular del patrimonio cultural andaluz".

Este epígrafe del documento conserva su redacción original después de que el conjunto del texto se haya reformado en profundidad para lograr el acuerdo de populares y socialistas.

El Gobierno extremeño ya ha expresado en varias ocasiones su rechazo ante la posibilidad de que Andalucía asuma estas competencias. La última ocasión fue en septiembre, cuando el consejero de Cultura, Francisco Muñoz, señaló que esta pretensión "no sería legítima". A su juicio, declarar el flamenco "exclusivo de allí (en referencia a Andalucía) no es la mejor forma de facilitar su difusión y promoción, ya que Extremadura también ha contribuido y lo sigue haciendo de forma inexcusable". Un ejemplo, señaló en su día la propia Junta, es el triunfo del cantaor extremeño Miguel de Tena en la última edición del prestigioso Festival del Cante de las Minas.

La Junta tiene previsto iniciar los trámites para la declaración del flamenco como Bien de Interés Cultural.

El Estado gestionará el

Guadalquivir extremeño

Donde sí ha dado marcha atrás el Estatuto de Andalucía es en lo referido a la gestión de la cuenca del Guadalquivir. En un primer momento el Ejecutivo que preside Manuel Chaves señaló como objetivo "irrenunciable" la gestión del conjunto de la cuenca a pesar de que un 10% de la misma discurre por otras comunidades, entre ellas Extremadura.

Finalmente, y tras meses de enfrentamiento entre los Gobiernos andaluz y extremeño --con amenaza de recurso de inconstitucionalidad incluída--, el artículo 50 del nuevo Estatuto de Andalucía señala que "la comunidad ostenta competencias exclusivas sobre las aguas de la Cuenca del Guadalquivir que transcurren por su territorio y no afectan a otra comunidad".

Esto supone que la cuenca extremeña del Guadalquivir --que abastece a una veintena de pueblos del sureste de Badajoz y ocupa 1.411 kilómetros de la provincia pacense-- seguirá siendo gestionada por el Gobierno central.

Condiciona el volumende inversiones estatales

Al igual que hizo en su día el Estatuto de Cataluña, y pretende hacerlo el balear, la reforma del Estatuto de Andalucía condiciona el volumen de inversiones del Estado. Si Cataluña fijaba esas inversiones en función de su PIB y Baleares quiere fijar una cantidad, Andalucía señala, a través de la disposición adicional tercera de su nuevo Estatuto, que la inversión del Gobierno central en esa región "será equivalente al peso de la población andaluza sobre el conjunto del Estado para un período de siete años".

Policía autonómica yuna agencia tributaria

Por lo que se refiere al resto del Estatuto, contempla la creación de una policía autonómica, regula la figura del testamento vital --a través de la "voluntad vital anticipada"-- y abre la puerta a la futura gestión de los aeropuertos y puertos de la región.

También prevé la creación de una agencia tributaria propia y que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía sea la última instancia judicial para los procesos iniciados en esa región.