Uno de los nombres que baraja el PSOE para reemplazar a Francisco José Hernando en la presidencia del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo es el de Ángel Juárez Peces, que estuvo nueve años presidiendo el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura.La mayor parte de su carrera ha estado ligada a Extremadura. Además de presidir el TSJEx, fue presidente de la extinta sala civil de la Audiencia Territorial de Cáceres, de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Cáceres y de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Badajoz. Además, es magistrado de trabajo y secretario de magistratura en excedencia y ha sido letrado del Tribunal Constitucional. También fue juez de instrucción en Mérida y Don Benito.Dejó la judicatura extremeña en noviembre del 2003 para pasar a formar parte del Tribunal Supremo, integrándose como Magistrado en la Sala Quinta, la Militar.Jurista antes que juez, Ángel Juanes Peces (San Pablo de los Montes, Toledo, octubre del 1947) se caracteriza por ser un docente por vocación, libre por convicción, penalistas desde abajo, guardián de grandes silencios y bisagra imprescindible de una división de poderes tan higiénica como obligada.A lo largo de su carrera Juanes siempre ha sabido surcar a contracorriente el río de la polémica con pulso sereno y trazar desde planteamientos progresistas los puentes necesarios sobre el mapa de las adversidades. Al frente del TSJEx vivió una etapa difícil, complicada. Fue tarea suya modernizar la justicia en Extremadura, un trabajo que le ha mantenido y le mantendrá unido a esta región siempre, a la que no deja de acudir. Su labor le vale para ser reconocido como uno de los juristas extremeños más destacados y de mayor prestigio.En su historial tiene haber ha votado a favor de varios recursos de revisión de condenas a muerte en la Guerra Civil y la dictadura. El magistrado ha mantenido en más de una ocasión la idea de que, con independencia de ilegalizar los juicios, debe modificarse el recurso de revisión para lograr la expulsión de sentencias verdaderamente indignas por vulneración de derechos fundamentales, porque hubo un juez incompetente o porque fue un proceso no justo. Juanes Peces estima que falta en el ordenamiento una causa de revisión de estos supuestos que permita declarar la nulidad de los procesos en los que se vulneraron derechos constitucionales judicializados.