Llegó al campo por tradición y vocación. Se puso al frente de la explotación con 18 años, se licenció en Derecho --aunque nunca llegó a ejercer-- y desde hace 23 años está además al frente de la cooperativa Cooprado de Casar de Cáceres. Angel Pacheco es también ahora el presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Extremadura, el principal órgano de representación del sector cooperativo extremeño.

--Dice que quiere impulsar el movimiento cooperativo en la región ¿cuáles serán sus prioridades para conseguirlo?

--Me gustaría dar un paso hacia adelante. Que todas las cooperativas que no están aún en la federación, se integren, para hacer una agrupación lo más sólida posible en todos los sentidos. Todos sabemos de donde venimos y venimos de una ruptura importante por el tema de Acorex que han causado unos años muy convulsos en el tema cooperativo.

--¿Cuánto daño ha hecho la situación de Acorex a las cooperativas extremeñas?

--No ha dañado al organigrama, pero sí a la imagen y eso genera un freno a la gente que queremos incorporar. No olvidemos que es la cooperativa que más facturaba en la región y el impacto mediático nos ha dando una imagen negativa. Por eso ahora lo que queremos es un periodo de tranquilidad y poder explicarle a la gente cómo funcionan de verdad las cooperativas, enseñarles que el modelo funciona, que en el último año se han facturado más de 800 millones, que generan más de 3.000 puestos de trabajo directo y que tienen un importante papel en las zonas rurales, donde las cooperativas suponen la única empresa que hay en el pueblo. Ayudamos a fijar población y eso es fundamental en una región como Extremadura, eminentemente rural. Es importante todo lo que queda por hacer.

--La Junta trabaja en una línea de ayudas para "reestructurar" el sector de las cooperativas agroalimentarias y que básicamente persigue que sean más grandes y más competitivas, ¿qué opina de esta iniciativa?

--No son los únicos pasos que hay que dar, pero son importantes. El decreto de 2015 no funcionó porque los requisitos eran imposibles de cumplir y este es más realista y acorde con la realidad de nuestras cooperativas. Ya hay varias que están contactando para llevar a cabo su integración.

--¿Las cooperativas son rentables? ¿Qué debilidades hay?

--Es evidente que a la hora de poner nuestros productos en los mercados nos encontramos con que hay operadores que lo controlan todo, por lo que cuanto más grandes seamos, más oferta podemos generar y más competitivos podemos ser.

--¿Existe un tamaño ideal o una facturación idónea para una cooperativa?

--No, lo importante es hacer las cosas bien, independientemente del volumen. La mejor cooperativa es la que da servicio a sus socios y las hay muy pequeñas que funcionan muy bien y otras que son muy grandes. Pero cuanto más grandes, más competitivos. Hay otra forma, que es la integración de segundo grado, en cooperativas multisectoriales, pero yo abogo más por la agrupación sectorial

--La dinámica de las cooperativas está cada vez más cerca de la de una empresa ordinaria.

--En el aspecto comercial tenemos que ser como empresas y no creo que tenga que diferenciarnos nada de ellas. Sin embargo, y eso sí nos diferencia, las cooperativas hacemos también una labor social en la zona en las que estamos asentadas.

--Junto a la reestructuración, ¿qué otros retos debe afrontar el sector en la región?

--En la industrialización y la digitalización, estamos en el camino, pero debemos seguir trabajando en la formación, tanto de los socios como de los consejos rectores. Es fundamental que la toma de decisiones sea profesional. Al final tenemos grandísimos profesionales, tanto ganaderos como agricultores, pero un déficit de formación para los consejos rectores.

--La exportación es la principal salida de muchos de los productos de las cooperativas extremeñas, ¿cómo se está trabajando en la internacionalización? ¿Qué debe mejorar?

--Gran parte de nuestras empresas agroalimentarias están exportando, hoy tenemos productos en los cinco continentes y ese es uno de los caminos más importantes en los que hay que seguir trabajando, porque la exportación es el futuro.

--En el último año los robos en explotaciones agrícolas y ganaderas han traído de cabeza al campo, ¿cómo está la situación?

--Parece que vamos trabajando conjuntamente con las administraciones y estamos poniendo medidas. No van a desaparecer los robos, pero hemos llegado a un punto de acuerdo y junto a eso es fundamental que agricultores y ganaderos denuncien, por pequeño que sea el robo.

--También les trae de cabeza, por otros motivos, las reformas de la PAC. ¿Qué ha aportado la última a las cooperativas y qué debe cambiar?

--Hemos tenido años de prórroga y ahora tenemos poco tiempo para ver las modificaciones que puede haber. Habrá que tener en cuenta que cada vez tendrá más peso todo el tema ecológico y nos tenemos que ir adaptando a las nuevas circunstancias.

--El relevo generacional es otro de los problemas del campo y por tanto de las cooperativas. ¿En qué situación está?

--La incorporación de jóvenes y el relevo generacional son dos cuestiones muy importantes. Muchas explotaciones están en manos de personas mayores y corremos el riesgo de que, en algunas, la explotación acabe con la persona. Estamos en un momento para aprovechar, porque están llegando jóvenes y muchos de ellos que no estaban en el sector agroganadero. Tenemos que trabajar conjuntamente y con la Administración.

--Por cierto, que en su consejo rector solo hay una mujer entre los 14 integrantes. ¿Considera que es representativo del campo extremeño?

--Es un tema delicado. Hay sectores en los que la mujer está más vinculada y otros en los que la mujer no tiene presencia ninguna. Es indicativo de lo que sucede en nuestras cooperativas y de que queda un trabajo muy importante por delante con el tema de la cotitularidad de las explotaciones. Es importante que la presencia de las mujeres sea cada vez mayor, tanto en los consejos rectores como en la dinámica de las cooperativas.