Van 17 años de titulares, de anuncios, de visitas ministeriales con foto incluida, de promesas fallidas, de acuerdos incumplidos... El AVE extremeño podría entrar en el libro Guinness de los récords por ser una de las obras más lentas y con más contratiempos de las últimas décadas. Siempre ha habido excusas y justificaciones para que los trabajos no hayan avanzado como debieran. Y los responsables políticos de turno han culpado por sistema a los otros, a los que estaban antes, a los que han venido después. Otro bucle.

Cierto que el tren extremeño ahora sí progresa. A paso lento, pero lo hace.

Este 2020 que se acaba de inaugurar tenía que haberse estrenado con las primeras pruebas de seguridad en la plataforma de alta velocidad entre Badajoz y Plasencia. Fue lo acordado para que entrara en servicio la nueva vía. Para ello, todos los trabajos debían estar listos antes de que se esfumara 2019. Si bien la obra se encuentra casi al 100% (falta solo la conexión al sur de Cáceres y el montaje de vía en dos ramales entre Cáceres y Plasencia), se ha decidido aplazar su puesta en funcionamiento otro año más.

¿OTRA DEMORA?

¿Qué ha ocurrido? Cuando el entonces ministro popular de Fomento, Íñigo de la Serna, visitó Garrovillas de Alconétar, en 2017, se acordó que la plataforma Badajoz-Plasencia estuviera finalizada en 2019 para que los trenes ya circularan por ella; además se aseguró que en 2020 llegaría la electrificación.

Desde aquella visita ambas fechas se han mantenido y defendido tanto por el Gobierno del PP como por el del PSOE.

Hasta dos semanas antes de la repetición de elecciones (el 10 de noviembre), el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, aseguró en Badajoz que se cumplirían esos plazos; días después de conocerse los resultados de las urnas tuvo que venir a Mérida el propio Secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Pedro Saura, para reconocer que ese plan de 2017 no se iba a cumplir y que se cambiaba de nuevo: la obra del tren no estará lista hasta finales de 2020, lo que retrasaba su puesta en funcionamiento (así como la electrificación) a 2021. Otra demora más que se veía venir.

Hay un ‘pero’ que cambia la perspectiva. El retraso está justificado en que se amplía el proyecto: toda la plataforma Badajoz-Plasencia será de doble vía -no estaba planteada así entre Mérida y Cáceres-, lo que mejorará el servicio ferroviario.

No obstante, tal y como expresó con claridad el Secretario de Estado de Transporte, habrá que esperar otro año más para que Extremadura disponga de un tren rápido.

SIN VOCES CRÍTICAS

Es un retraso más, reconocido casi en el último momento, que se suma a una lista infinita. Curioso que en esta ocasión apenas haya habido voces críticas. El 18 de noviembre, 18-N, día del tren digno, pasó sin pena ni gloria. No hubo esta vez manifestación después de tres años seguidos de protestas. Las organizaba el Pacto del Ferrocarril, que antes incluía a todos los partidos políticos y ahora solo quedan el PSOE, que gobierna con mayoría absoluta Extremadura, y Cs.

Los sindicatos CCOO y UGT así como la patronal, siempre combatientes en este asunto, han asumido como buena noticia la nueva demora hasta 2021 argumentando que se mejora el plan y obviando que es, de nuevo, una promesa incumplida.

Sí fue directo el presidente del PP extremeño, José Antonio Monago, quien tras la reunión en Mérida donde se anunció el aplazamiento a 2021 de la puesta en funcionamiento, ironizó: «Ha sido el pacto del silencio por el ferrocarril tras confirmarse los retrasos».

¿Y AHORA QUÉ?

El foco estará puesto en la obra de la doble vía entre Mérida y Cáceres: debe estar acabada este 2020.

Al igual que la electrificación en todo el recorrido Badajoz-Plasencia. Adif empezó a colocar el mes pasado en Carmonita las primeras catenarias, los postes y el cableado para alimentar de energía el tren. Es el primer paso del proyecto que actuará sobre 125 kilómetros entre Plasencia y Peñas Blancas, al norte de Mérida. A lo largo del tramo se izarán unos 4.000 postes. Este recorrido supone el 75% de todo el trayecto, pero aún queda por licitar la parte de vía que discurre desde Peñas Blancas hasta Badajoz. El trámite está pendiente del visto bueno ambiental para poder salir a concurso.

Una vez en marcha todo el proyecto, los trenes alcanzarán velocidades de hasta 300 kilómetros por hora, lo que mejorará los tiempos de viaje y convertirá el tren, por fin, en una opción prioritaria.

De momento toca esperar. De nuevo. Cierto es que en esta larga demora, en los últimos dos años sí se han llevado a cabo inversiones en la línea convencional para evitar episodios como el que ocurrió hace justo año, el que inauguró 2019. Unos 180 pasajeros se quedaron tirados en mitad de la vía sin luz ni calefacción durante tres horas cerca de Navalmoral de la Mata. Otra foto de la vergüenza que recorrió el país.

INVERSIONES

¿Qué se ha hecho? Obras de mejora de la actual plataforma. Y varias acciones como por ejemplo el cambio de trenes modelo 598 por los 599. Los primeros tienen más de una década de antigüedad, pero los segundos acumulan ocho años de traqueteo. También se ha activado la figura de un mecánico a bordo en los trenes entre Extremadura y Madrid, aunque desde Renfe no concretan en qué servicios está presente este técnico. Y se han cambiado más de 40 motores, no obstante, la mayoría en los 598, que ya no circulan por la región.

El resultado es que se ha conseguido reducir las incidencias y se ha mejorado la puntualidad en el servicio extremeño. Pero no dejan de ser parches.

Extremadura ha llegado a 2020 sin, de nuevo, un tren digno.

Cronología de los hechos: los anuncios del AVE 2002-2019

AÑO 2002 . El expresidente popular del Gobierno, José María Aznar, y su exministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, anunciaron la alta velocidad Madrid-Extremadura, que pasaría por Cáceres y Badajoz.

AÑO 2003 . Los gobernantes de España, José Mª Aznar, y Portugal, José Manuel Durao Barroso, ambos populares, confirmaron en la cumbre hispano-lusa de Figueira da Foz que el AVE Madrid-Lisboa sería una realidad en 2010. El viaje Badajoz-Madrid se completaría en una hora y 58 minutos.

AÑO 2006 . Los jefes de Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y Portugal, José Sócrates, ambos socialistas, ratificaron en la cumbre hispanolusa de Badajoz los plazos para la alta velocidad ferroviaria. Se mantenía 2010 como año de puesta en marcha del AVE.

AÑO 2009 . El ministro de Fomento, José Blanco (PSOE), tildó de prioridad el desarrollo ferroviario extremeño, pero dijo que el Ejecutivo socialista nunca se refirió a 2010 como año de conclusión de las obras.

AÑO 2011. El Gobierno español (PSOE) pidió explicaciones a Portugal tras la suspensión de su proyecto de alta velocidad con España.

AÑO 2013. La exministra de Fomento, Ana Pastor (PP), ya no habló de AVE sino de tren de altas prestaciones, que entraría en funcionamiento en 2015. El viaje Badajoz-Madrid sería ahora de 3 horas y 35 minutos.

AÑO 2015 . Ni AVE ni tren de altas prestaciones ni tren rápido. No hubo nada, solo otra promesa: el exministro de Industria, José Manuel Soria (PP), dijo que las obras de la alta velocidad se llevarían a cabo dentro de la planificación de infraestructuras 2015-2020.

AÑO 2017 . El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna (PP), visitó Garrovillas de Alconétar para asegurar que la plataforma de alta velocidad Badajoz-Plasencia estaría acabada en 2019 y que la electrificación llegaría en 2020.

AÑO 2019 . El Secretario de Estado de Transporte, Pedro Saura, reconoció que la nueva vía (ahora será doble) y la electrificación no estarán hasta 2021. Semanas antes el ministro de Fomento, José Luis Ábalos (PSOE), había ratificado los plazos de Garrovillas.