Un total de 45 personas fallecieron en las carreteras extremeñas en 2016, tres más que el año anterior, según los datos facilitados por la Dirección General de Tráfico (DGT). Extremadura fue una de las diez regiones españolas donde subieron las muertes. Dos más en la provincia de Cáceres y una más en la de Badajoz respecto al 2015.

En total, 1.160 personas perdieron la vida el año pasado en las carreteras españolas, lo que supone 29 más que en 2015 (un 2,6% superior) y rompe una tendencia a la baja que se ha mantenido durante el último decenio.

Un alza en la siniestralidad vial de la que dio cuenta el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, quien cifró en 1.038 el número de accidentes mortales (15 más), con un aumento del 1,4%. También 5.067 personas precisaron hospitalización por las heridas sufridas en esos siniestros, lo que significa un 4,2% más.