El microchip canino es un DNI. Del tamaño de un grano de arroz e implantado en la parte izquierda del cuello, la identificación electrónica, que será voluntaria para los gatos y que, de momento, no afecta a otros animales de compañía, deberá ser implantada en todos los perros de Extremadura con el objetivo de evitar las pérdidas tan dolorosas de estas mascotas, erradicar el abandono y también fijar responsabilidades a sus dueños por las acciones de estos animales.

El decreto fue presentado ayer por la directora general de Explotaciones Agrarias, María Curiel, a falta de ser publicado oficialmente en el DOE para su entrada en vigor. A partir de entonces, los propietarios tendrán un plazo de 12 meses para identificar a su mascota o perro de caza. Una vez pasado el año, el dueño del can dispondrá de tres meses para identificarlo o un mes si este es adquirido en una tienda.

Además, a este aparato electrónico va ligado un código numérico para la creación de una base de datos que conformará el registro autonómico de animales de compañía, Riace, y que será un "censo fiable" para programas sanitarios y de prevención de enfermedades, explicó Curiel. Por otro lado, el propietario contará con un pasaporte europeo para movimientos intracomunitarios.

Isabel Zancada, veterinaria y experta en la implantación y la gestión de este sistema, ya que trabajó en una comunidad en la que funciona desde hace tiempo, defiende que es una medida de "seguridad". "El dueño de un perro tiene una responsabilidad civil sobre el animal". Controlar enfermedades es otro de los "motivos por los que es preciso implantar esta medida".

El coste aún no está establecido, pero podría rondar los 30 euros, según los veterinarios de la región. Zancada apunta a que el precio "ronda los 40 euros en Madrid".

Además, explica que, tras la norma, los veterinarios podrán acceder a las bases de datos y con un lector de microchip --un aparato electrónico que descifra los datos que el dispositivo tiene almacenados-- podrán reconocer y asociar cualquier perro con la dirección y el teléfono de su dueño. "Es una alegría enorme para el propietario encontrar a su perro". Aunque no solo los robos o las pérdidas justifican esta nueva obligación para los que desean convivir con perros. Asimismo, reconoce que los veterinarios deben "sensibilizar" de las ventajas del chip también para la desparasitación.

En cuanto a la tardanza de la norma, Oscar Díaz, cazador, dueño de rehalas y representante de Monteros de Mérida, critica la "dejadez" de la Junta, que "ha tardado siete años en aprobar el reglamento". Sus peticiones son la ampliación del plazo a 24 meses, que afecte a otros animales (hurones, gatos o loros) y que se estudie la forma de "subvencionar un 20% o 30% del coste". Esta misma medida fue ayer planteada por Curiel, que anunció la posibilidad de dotar de ayudas económicas a los propietarios de perros en los primeros meses del sistema.