¿Qué está ocurriendo en Almaraz? El incidente registrado el pasado domingo en el sistema de refrigeración de la piscina de combustible de la Unidad II ha desatado la alarma ecologista, pero uno de los mayores expertos de la Uex en Física Nuclear, Miguel Jurado, resta importancia al suceso. En la misma línea se posicionan los responsables de la propia central, que resaltan la transparencia informativa con que en todo momento se ha gestionado lo ocurrido, mientras los inspectores del Consejo de Seguridad Nuclear permanecen en Almaraz para aclarar lo ocurrido.

Así lo resume, con la información que está disponible hasta ahora, el profesor de Física Nuclear, aparte de director del Departamento de Física y del Grupo Experimental de Radiaciones Nucleares: "Lo que ocurrió fue que hubo una parada en una de las bombas que impulsa el agua que sirve para refrigerar, a su vez, el agua de las piscinas que albergan el combustible del reactor de la Unidad II, al tiempo que la de repuesto estaba fuera de servicio". Este elemento, explica Jurado, se encarga de que la temperatura del reactor no aumente en exceso.

¿Y qué ocurriría en ese caso? "Se incrementaría también la presión, lo cual podría llegar a ser peligroso". Pero ese riesgo se mantuvo muy lejano el domingo, cuando, entre otros aspectos, el reactor estaba apagado --se está procediendo a su recarga--. "Además, el paro del sistema de refrigeración duró muy poco", continúa el profesor, que también indica que este no hubiera llegado a producirse si hubiera estado operativa la bomba de repuesto. "Pero seguramente aprovechan que el reactor está parado para revisarla", aventura Jurado.

En todo caso, el profesor de la Uex recalca la escasa gravedad del incidente registrado el pasado domingo en Almaraz. "De hecho, el Consejo de Seguridad Nuclear lo clasifica como anomalía de nivel 1, en una escala en la que el 0 equivale al menor grado de riesgo y el 7 al máximo". Además, recuerda que "ni las personas ni el medioambiente sufren ningún impacto por un suceso de este tipo, ya que solo se paró el sistema de refrigeración por espacio de unas pocas horas, lo que no supone ninguna radiación extra. Probablemente, la única consecuencia fue una subida muy ligera del agua del reactor".

Inspección del CSN

Para investigar en profundidad el suceso, cuatro inspectores del Centro de Seguridad Nuclear (CSN) se encuentran desde ayer en Almaraz. Dicho organismo informó ayer que por el momento se desconoce el tiempo que estos profesionales permanecerán en la central extremeña, si bien confirmó que en lo que va de año solo se han puesto en marcha dos operaciones de este tipo --técnicamente "inspecciones reactivas", que solo se produce cuando un suceso aconseja una verificación técnica posterior.--. La anterior tuvo lugar los días 5 y 6 de junio del 2007 en la Central Nuclear de Ascó, por la parada no programada por insuficiencia de caudal de la motobomba y la turbobomba del sistema de agua de alimentación auxiliar.

Sin embargo, el CSN no pudo concretar si es la primera vez que se realiza una inspección reactiva en Almaraz, al igual que le ocurrió a los responsables de la central extremeña. Estos últimos, por su parte, sí que negaron rotundamente que el incidente obligara a evacuar a los trabajadores, como ayer denunció la asociación Ecologistas en Acción a través de un comunicado. Los componentes de esta organización en la comarca de Campo Arañuelo consideran por este motivo que se ha incurrido "en una grave falta contra la seguridad", mientras que los aludidos responden que dichas acusaciones "carecen de toda credibilidad".