EDAD 58 AÑOS LUGAR DE NACIMIENTO PALENCIA

FORMACION INGENIERO AGRONOMO

TRAYECTORIA DIRECTOR DE CULTIVOS HERBACEOS DE COOPERATIVAS AGRO-ALIMENTARIAS DE ESPAÑA. PRONUNCIARA UNA CONFERENCIA EL VIERNES 1 DE FEBRERO A LAS 11 EN AGROEXPO 2013

Antonio Catón es uno de los ponentes más esperados de las jornadas técnicas de la próxima edición de Agroexpo 2013, que se celebra la semana que viene en Feval. A este ingeniero agrónomo le gusta hablar claro a los agricultores. Afirma que todavía hay mucho camino que andar especialmente en profesionalidad y asociacionismo. No le gustan los agricultores 'llorones' o que se crean 'Robin Hood' y vayan por libre en la comercialización del producto. Lamenta que no se emplee semilla certificada y que no se mime a fondo todo el proceso productivo del cereal. Catón es director de Cultivos Herbáceos de Cooperativas Agro-Alimentarias de España y conoce muy de cerca la realidad del mundo cooperativo.

--A pesar de la subida de precios en el cereal no puede decirse que los cerealistas vivan un momento de esplendor ¿por qué?

--Estamos en un momento de precios muy altos, hablamos de cotizaciones medias por encima de 240 euros/tonelada. Además la agricultura cerealista tiene una ayuda. Con este panorama, que un agricultor diga que le va mal, cuando se está pagando el maíz y la cebada a este precio no tiene mucho sentido. Estos precios no los ha habido nunca. ¿Estamos hablando de agricultores profesionales? Los agricultores que dicen que lo están pasando mal están trabajando con medios de producción anticuados. No hay peor situación profesional y corporativa que estar siempre llorando. Hay que tener mucho cuidado con lo que decimos, cuando, además de lo comentado antes de la buena situación del mercado, se están recibiendo ayudas y tenemos en nuestro alrededor gente que lo está pasando mal de verdad. Una de las cosas que primero tenemos que hacer es cuidar una de las herramientas principales de nuestra profesión, de la agricultura, como es la semilla. Muchos siembran grano directamente y además no se hacen las labores adecuadas, ni se utilizan los productos necesarios durante el ciclo del cultivo. Ponen un grano en el suelo y luego quieren 'el oro y el moro'. Estoy hablando en general, porque como en todas las profesiones, hay también agricultores excelentes. El problema es que el sector está mal porque está muy mal organizado, con una producción muy atomizada. Somos muchos y encima vamos por libre. O el agricultor español se mete en la cabeza que el mundo de las materias primas es un sector de mucho volumen y poco margen de beneficio o nunca podrá sacarle provecho al cien por cien a sus explotaciones.

--¿En España se usa semilla certificada?

--Los índices de utilización son los más bajos del mundo. Una semilla es como un coche, cuando lo compras es estupendo, pero diez años después ya no es tan bueno, porque va cambiando con el tiempo, perdiendo vigor y características. Cuando se cuida una semilla para sembrar tienes un 90% de garantías de que el producto que obtienes es óptimo.

--¿El sector de las harinas y los piensos está excesivamente atomizado?

--Me preocupa mucho más la atomización de la producción. La concentración de oferta más grande que tenemos en España está en manos de la cooperativa Grupo AN, que mueve en torno al millón de toneladas. Es verdad que también, en contrapartida, tenemos una fabricación de piensos muy fragmentada y atomizada. De las 854 fábricas de pienso, 10 mueven el 50% de la producción, en España se producen alrededor de 30 millones de toneladas de pienso, y tienen que trabajar con proveedores que les suministren constantemente grandes volúmenes para no estar paradas. Con nuestra atomización de la oferta, difícilmente vamos a ser interesantes para estas grandes fábricas que necesitan grandes suministros permanentemente. En Extremadura tenemos grandes grupos de cooperativas, el más importante, el grupo Acorex. Sería fundamental para los productores extremeños y su futuro, que agruparan su producción de cereales en una sola mano.

--¿Somos país deficitario en cultivos de cereal y por qué?

--Somos muy deficitarios en la transformación en piensos y harinas. Hay tres cereales fundamentales: trigo, cebada y maíz, que significan el 90% del consumo. En la campaña cerealista 2012-2013 mientras que la demanda en España es de 25,6 millones de toneladas, nuestra producción ha sido de 13,7 millones de toneladas. Tenemos un déficit del 46%. Nuestra producción es de secano principalmente, que se riega con lo que cae del cielo y si esto no sucede como debe, tenemos un grave problema que merma nuestra producción. Estamos muy expuestos a la falta de agua. El cereal necesita varios momentos de la climatología en su ciclo, necesita agua y humedad en la siembras, posterior frío en el invierno y agua y calor en la primavera/verano. Si se rompe este esquema o nos pasamos en alguno de ellos, podemos tener un grave problema con la cosecha.

--¿Cuál sería la radiografía del sector en Extremadura?

--Partiendo de la base que Extremadura es muy deficitaria en todos los cereales salvo en maíz, la solución para optimizar las explotaciones es agrupar, en el mayor volumen posible su oferta y saber repartirla adecuadamente a lo largo de toda la campaña. El potencial agronómico extremeño es espectacular, pero no solo se vive de hipotéticos potenciales, hay que saber sacar el rendimiento adecuado a cada cultivo. Sería una verdadera pena no poder aprovechar la riqueza de esa tierra. Insisto: o se hacen grandes agrupaciones de productores o vendrán terceros a aprovecharse de lo que esta tierra da.

--¿La falta de crédito también afecta a los productores de cereales?

--Hoy en día hemos llegado a una situación en este mercado que no se vende si no te pagan. Quienes pueden tener más problemas de capital circulante son los transformadores, los elaboradores de pienso o harina. Los agricultores, de momento, no deberían tener problemas de liquidez, es verdad que no se tiene la alegría de antes, porque estamos en una economía de crisis. Pero de momento es un sector que paga. La fluidez y altas cotizaciones de este mercado se deben a que estamos en un mercado global, prácticamente sin barreras, que demanda cereales para alimentar a más de 6.000 millones de personas y la comida se compra todos los días. Nadie, ningún país del mundo quiere quedarse sin alimentos. Hoy en día la alimentación representa un importante elemento de estabilidad. El problema es que el mundo tiene un balance deficitario de cereales. Estamos produciendo menos de lo que estamos consumiendo. Esto provoca temores sobre todo a países en vías de desarrollo en los que la alimentación básica es con hidratos de carbono, cereales fundamentalmente. Un ejemplo son las 'revueltas del pan' en los países árabes, en 2011. Ningún país quiere ser el último en adquirir materias primas para el consumo humano y en momentos de balances apretados, todos están dispuestos a pagar.

--¿El producto llega al consumidor de la mejor forma posible?

--En Europa seguro. El producto que va destinado a la alimentación humana pasa por muchos controles. Como anécdota de higiene y seguridad, es que en las fábricas se podría comer en el suelo. Los cereales y demás productos utilizados en la fabricación de pienso para la alimentación animal también están rigurosamente controlados. La reglamentación y los controles son exhaustivos. La garantía de calidad sanitaria es extrema.

--¿Qué le diría a un cultivador extremeño? ¿Tiene futuro su actividad?

--Sí. Como antes comenté, tiene muchísimo futuro, mientras no quiera ser el 'Robin Hood' de los cereales, ir por libre y querer sacar pecho de lo bien que él solo lo hace. Lo que hay que hacer es producir y agrupar la producción, dejar a las cooperativas que comercialicen el cereal. La oferta cuanto más grande sea, mucho más rendimiento tiene.

--¿Qué nos va a deparar la futura Política Agraria Comunitaria?

--Pues seguramente traerá profesionalidad en los mercados junto con un dinero pero solo para seguir en la actividad. Entre un 30% y el 40% de la renta del agricultor cerealista procede de ayudas y eso va a cambiar con la nueva PAC.

--Agroexpo cumple 25 años. ¿Qué significa este encuentro para los profesionales del campo?

--Todos los encuentros profesionales son espectacularmente buenos. En ellos se aprende y se enseñan cosas nuevas de la profesión a la que uno se dedica. Estar en Don Benito tocando las novedades del sector merece la pena, especialmente por conocer de primera mano los adelantos técnicos, que proporcionan más comodidad al profesional.