No es un papel fácil el que le toca representar al frente de la cooperativa Caval de Valdelacalzada. En unos meses se decidirá si la sociedad, que aglutina a unos 200 agricultores de la zona, continúa una trayectoria de más de 20 años o, por el contrario, las deudas acaban por disolver la sociedad. El pasado jueves se vivió un nuevo capítulo, con la elección de una nueva directiva, que estará encabezada por Antonio Domínguez.

- Si ha presentado su candidatura es porque cree que tiene futuro ¿Cómo ve su situación a día de hoy?

-La nueva directiva piensa que tiene futuro, aunque también que es muy difícil, pero con la colaboración de todo el mundo creo que podemos seguir adelante. Lo más complicado ahora es la negociación con los bancos, que se ve que están dispuestos y quieren ayudarnos, pero la deuda es muy grande, aunque no lo sabremos con exactitud hasta que se haga una auditoría, y la edad media de los socios está en torno a los 60 años. Lo que tenemos claro es que la deuda la tenemos que pagar los socios de Caval, y son ellos los que tienen que decidir cada paso. Nuestro papel será recabar la máxima información posible para trasladársela a los socios para que ellos vayan decidiendo.

-¿Cómo van a plantear a los bancos la renegociación de la deuda?

-Estamos seguros de que nos van a pedir un compromiso de continuidad, pero el problema está en la edad de los socios. Sabemos que con una refinanciación a 15 años muchos de ellos no podrían asumirlo, pero tampoco podemos embarcar a agricultores con 60 años en una operación de 25 años, es muy complicado. Los bancos son conscientes de esta situación, porque este problema viene de tiempo atrás. Nosotros intentaremos convencer a los que duden de que esto es viable para que sigan adelante, y si no que sea su hijo o su nieto, porque hay alguno con nietos con edad para sustituirlos.

-¿Cómo están afectando los embargos a los agricultores?

-De momento, desde que se ha empezado a negociar con los bancos se han parado los embargos, pero si la negociación no va bien mañana podrían empezar otra vez. Somos conscientes de que la deuda es nuestra y que la tenemos que pagar nosotros, pero no está solo en nuestras manos la solución.

-¿Cuándo se retoman las reuniones?

-Desde el lunes a primera hora siguen las negociaciones, lo que si es cierto es que son 15 las entidades bancarias implicadas y, aunque existe un grupo de trabajo, aún no sabemos cuando nos podremos reunir. Vamos a intentar que sea lo antes posible.

-¿Cree que los datos recabados en el plan de viabilidad son correctos?

-Creemos que si, porque confiamos en las empresas que lo han elaborado. Pero un plan de viabilidad no es una auditoría. Nosotros queremos hacer una auditoría, porque los bancos querrán conocer la situación real antes de cerrar ninguna operación, pero no sabemos cuando porque ello cuesta dinero y ahora mismo no tenemos dinero.

-¿Hay alguna explicación sobre cómo se ha llegado a este punto?

-Aquí, con una deuda de más de 20 millones, lo que está claro es que ha habido una gestión, como mínimo, muy mala, aunque tendremos que esperar a la auditoría.

-¿Se impulsarán medidas contra los responsables?

-Ahora lo que más nos preocupa es salir de esto, lo siguiente será pedir responsabilidades, porque no es justo que haya socios que estén padeciendo situaciones dramáticas y que quienes lo han provocado se vayan de rositas. Lo que está claro es que en los últimos 20 años el que ha tomado la mayoría de las decisiones ha sido el gerente.

-¿La cooperativa sigue funcionando? ¿Se está trabajando en la próxima campaña?

-Estamos trabajando con la mayor normalidad que las circunstancias nos permiten. En cuanto al futuro, tenemos que cerrar el asunto de los seguros antes del día 20, así que el lunes los técnicos van a agilizar su tramitación.