El arroz es un cultivo de gran importancia económica para la región, especialmente en la zona de las Vegas Altas del Guadiana, --de hecho la región es la segunda productora del país detrás de Andalucía--, pero su cultivo tiene un elevado coste tanto por el consumo de agua y los efectos de los herbicidas, como para el suelo, muy degradado y que no admite otros usos tras años inundado.

Ante estos problemas el grupo de investigación Gestión, Conservación y Recuperación de Suelos, Aguas y Sedimentos (Gorsas) de la Uex está estudiando la posibilidad de cambiar la técnica de cultivo de este cereal, pasando de la inundación del suelo al riego por aspersión, un nuevo sistema que se utiliza en América del Sur y que puede tener efectos muy positivos tanto para el agricultor extremeño como para el medio natural. Este estudio ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y en él colaboran además de los investigadores extremeños, otros del Instituto Superior de Agronomía de Lisboa y el CSIC, a través del Instituto de Recursos Naturales de Sevilla, y empresas como Casas de Hitos de Madrigalejo, Confederación Hidrográfica del Guadiana o Acorex, como observadores.

--¿Por qué se plantea una nueva técnica para el cultivo del arroz?

--En un clima mediterráneo semi árido como el extremeño la cantidad de agua disponible es limitada. El cultivo de arroz se lleva cada año en torno a 20.000 metros cúbicos de agua por hectárea y en Extremeña existen 30.000 hectáreas de arroz.

--¿Cómo se cultiva sin inundación?

--Lo llamamos cultivo aeróbico porque se utiliza el riesgo por aspersión y técnicas de agricultura de conservación, que básicamente consisten en la siembra directa del cereal sin labrar el suelo. Con ambas podemos conseguir un ahorro de hasta un 50% en el consumo de agua.

--El ahorro no es la única ventaja de este sistema ¿no?

--No. Con el estudio previo pretendemos determinar el efecto que tiene sobre la calidad de los suelos, ya que tras años inundado se van degradando e impiden otro tipo de cultivo que en un determinado año podría tener más rendimiento. También se podría minimizar la contaminación por el uso de herbicidas y esto es importante porque en zonas arroceras se han detectado residuos de pesticidas por encima de los niveles permitidos. Por último la posibilidad de limitar el flujo de gases de efecto invernadero es otra de las cuestiones que analizamos. El arroz es uno de los cultivos que emite mayor gran cantidad de metano y con esta técnica estos gases podrían minimizarse.

--En cuanto a la producción, ¿qué efectos puede tener cambiar el sistema tradicional?

--Las producciones que vamos a obtener creemos que no serán más bajas que las que se vienen obteniendo por el sistema de inundación, pero para confirmar esto tenemos tres años de estudio por delante. Transcurrido ese tiempo podremos determinar la viabilidad del sistema para acabar con el despilfarro de ahora, reducir la contaminación y mejorar la calidad de los suelos, las hipótesis que ahora barajamos.

--Si así fuera, ¿qué requeriría implantar esta técnica?

--Un sistema de riego por aspersión que se hace por pivot y maquinaria de siembra directa. Si se cumplen nuestras premisas espero que la Administración empiece a favorecer el desarrollo de estas técnicas.