Apag Extremadura Asaja reclama a la Junta la inmediata vacunación preventiva del ganado ovino extremeño contra el serotipo 8 de la lengua azul, que apareció por primera vez en España en explotaciones de Cantabria.

Según recoge la agencia Europa Press, tras la aparición de nuevos focos de la enfermedad en tres explotaciones ganaderas de Jerez de los Caballeros y en cinco de Plasencia que, según la organización agraria, "han sido confirmados por las autoridades veterinarias de la Junta de Extremadura como del serotipo 1 de la fiebre catarral ovina", solicita que se pongan en marcha las medidas oportunas para evitar la propagación de la enfermedad "como en años anteriores", previniendo, además, la posible infección del ganado con el nuevo serotipo.

Apag Extremadura Asaja asegura que, "según fuentes del ministerio", la vacuna frente al serotipo 8 "está preparada desde mayo", sin embargo, critica, la vacunación preventiva para las comunidades autónomas aún no afectadas por el serotipo 8 "no ha empezado". A juicio de la organización agraria, la vacunación frente a la enfermedad "debe de ser uno de los pilares para su control y erradicación".

No obstante, pide también que se trabaje en la desclasificación de la enfermedad de la lengua azul de la lista de enfermedades de declaración obligatoria de la Unión Europea, como medio para "no ahogar económicamente más al ganadero", una reivindicación que, recuerda, está vigente desde la aparición de los primeros focos de infección.

Por otro lado, la organización efectúa un llamamiento a la "tranquilidad", en primer lugar a los ganaderos, ya que los animales afectados son corderas de reposición que, al no tener la edad mínima de vacunación, aún no han sido vacunadas frente al serotipo 1, pero al estar totalmente vacunado el resto del ganado ovino frente a este serotipo, las posibilidades de contagio "son escasas". Este mensaje de "tranquilidad y confianza "en el sector se dirige además a los propios consumidores, ya que se trata ésta de una enfermedad totalmente "inocua" para las personas, que "no afecta a la cadena alimenticia de forma que la carne de codero está totalmente garantizada sanitariamente".

Finalmente, la organización pide a la administración regional que "abone inmediatamente" la indemnizaciones a las que tienen "derecho" los ganaderos de ovino, que el pasado año 2007 sacrificaron su ganado como consecuencia de la lengua azul y, transcurrido más de un año desde entonces, aún "no" las han percibido. "No entendemos la poca sensibilidad de nuestra Junta de Extremadura al dar la espalda por completo a un sector en crisis, que día tras día ve como sus ganaderos se ven obligados a cambiar de profesión y abandonar sus explotaciones", apostilla.