Sánchez Cortés tiene actualmente catorce establecimientos de venta al público, pero lo más llamativo es que más de una tercera parte de ellos los ha abierto desde septiembre del 2008, coincidiendo con los meses en los que más se han dejado sentir los efectos de la crisis económica. Esta empresa cacereña dedicada a la venta y distribución de golosinas y frutos secos, ha invertido en el último año y medio más de seiscientos mil euros en la puesta en marcha de cinco tiendas (una en Plasencia, y dos tanto en Cáceres como en Badajoz). "No queda más remedio que seguir emprendiendo", dice Angel Sánchez Cortés, propietario de esta cadena, que resalta que la ampliación de los establecimientos ha permitido cubrir en parte "el descenso de ventas del año pasado". Sin embargo, explica, este no ha sido el principal motivo para efectuar la ampliación: "La razón principal de hacer la ampliación ha sido la de intentar que no se fuera nadie de la empresa. De no haberla hecho, hubiéramos tenido que echar a cinco empleados del almacén", afirma este empresario, que subraya que "en esta empresa hay personas que llevan 35 años. Somos como una familia". Las aperturas han permitido, además, ampliar la plantilla en diez trabajadores más, hasta los 63.

Sánchez Cortés apunta que la filosofía de esta empresa es "ir haciendo cositas poco a poco, y seguir creciendo, y hasta la fecha lo hemos conseguido". En cualquier caso, a la espera de que mejore la situación económica, señala que se van a parar las aperturas. "Ahora toca ser precavidos, porque nadie sabe qué es lo que va a pasar". "Me han ofrecido locales en otros sitios pero de momento habrá que esperar a que la crisis pase y podamos seguir abriendo establecimientos en otros sitios", apostilla. A sus 66 años, Sánchez Cortés añade que la actual "es ya la cuarta crisis" que conoce, pero matiza "que esta es la más grande que he visto". Además, incide en que "no solo se trata de abrir tiendas, luego tienes que aguantarlas. No todos los establecimientos triunfan". De hecho, hace dos años cerró dos en Badajoz "porque no iban". Y aún recuerda cómo hace treinta años tuvo que clausurar la primera tienda que abrió, en la calle Antonio Silva (Cáceres). "Le perdí dos millones de pesetas, que en aquellos tiempo ya era dinero.

Los puntos de venta que integran esta cadena se reparten por Plasencia, Navalmoral, Mérida, Don Benito, Badajoz, y Cáceres, pero Sánchez Cortés aclara que "Nuestro verdadero negocio es la distribución" para otros establecimientos. Desde 1988 cuenta con un almacén de 2.400 metros cuadrados en el polígono de Las Capellanías, en Cáceres, donde también tiene un cash .