La contraseña más segura para proteger nuestros datos está en todos y cada uno de nosotros, concretamente en nuestros ojos, porque las estimaciones más conservadoras dicen que la probabilidad de encontrar dos iris iguales es de una entre 12.000 millones. Ese fue el punto de partida de un grupo de ingenieros informáticos extremeños, formados en la Uex, que han desarrollado una aplicación para teléfonos móviles que garantiza la seguridad de cualquier operación que se haga a través de ellos, porque requiere la identificación y verificación del iris del usuario.

"Podemos decir que somos los primeros a nivel mundial en utilizar una solución biométrica para un canal móvil", destacó José Luis Huertas, directivo y fundador de la empresa cacereña Mobbeel, que ha desarrollado este sistema que la entidad financiera Bankinter (la sexta a nivel nacional por volumen de negocio) va a ofrecer ahora a sus clientes del sistema Broker Touch, una aplicación que permite realizar operaciones en Bolsa desde un dispositivo móvil. "Pero la idea es poder llevarlo a cabo en el futuro en otros canales remotos, como los cajeros o la banca por internet", según avanzó Andrés Fontau, director de Negocio de Banca Móvil de la entidad.

Tras someterse a pruebas entre los trabajadores de la entidad, a partir de ahora el sistema de reconocimiento de iris estará disponible para los clientes que accedan al Broker Touch a través de un iPhone. El sistema, además de "seguro" es "más cómodo", porque "evita tener que memorizar una contraseña", explicó Huertas.

El problema al que trata de hacer frente la aplicación desarrollada en la región es que cada vez "tenemos que proteger más información y recordar más contraseñas" y precisamente por eso "terminamos utilizando una contraseña muy simple", añadió Huertas.

El sistema que ellos proponen no requiere memorizar ninguna contraseña, lo que a la vez permite utilizar una todo lo compleja que se desee, alternando letras, números y símbolos.

La primera vez que se accede a la aplicación desde el dispositivo móvil es necesario introducir un nombre de usuario y una contraseña. A partir de ese momento, cada vez que lo haga, no se le solicitará eso, sino que capture una fotografía del ojo con el propio teléfono. El dispositivo rastreará la imagen, localizará el iris, lo analizará y verificará la identidad del usuario. Si es la correcta, permitirá acceder a todas las aplicaciones y al realizar transacciones con mayor seguridad.

Se trataba de resolver "un eslabón débil", como se refirió Huertas al sistema tradicional de contraseñas numéricas empleado en banca. Y su propuesta es un método que mide una característica del usuario, que lo identifica de forma "única", aseveró.