La edad de comenzar en el aprendizaje de idiomas es determinante para obtener buenos resultados a largo en el desarrollo de las habilidades comunicativas, y lo ideal es hacerlo cuando los menores tienen un año.

Esta es una de las principales conclusiones de la tesis doctoral defendida por Pilar Reyes Ortiz, quien durante cinco años ha trabajado con un grupo de 66 niños, de entre 1 y 6 años, que participaron en el taller de la biblioteca Juan Pablo Forner, de Mérida.

Según Pilar Reyes, la edad más indicada para comenzar con un idioma sería a partir del primer año de vida. En ese momento es aconsejable empezar a exponer a los niños al idioma extranjero a través de canciones y de diferentes elementos comunicativos, porque, según Reyes, "lo que se desarrolla en esta etapa es la habilidad de comprensión auditiva y de comunicación futura". De esta forma se consigue un adecuado entrenamiento auditivo, necesario para una posterior comunicación fluida.

La investigación demuestra además que existen diferencias entre los niños y las niñas a la hora de aprender un idioma. Estas últimas obtuvieron mejores resultados que los niños en las variables que se midieron: participación, repetición, atención y producción.

La investigadora apunta que "las conclusiones obtenidas con este estudio son muy aplicables a las escuelas para mejorar, desde el comienzo, la calidad de la enseñanza de un idioma extranjero", y defiende que "ante todo, debe existir una libertad de aprendizaje en los niños, que ellos aprendan porque les gusta, no porque se les impone; por este motivo hay que desarrollar el método adecuado".