El esfuerzo termina dando sus frutos, y tener una formación universitaria acaba siendo la mejor solución para formar parte del colectivo con menor tasa de desempleo. La recompensa a sacar las notas más altas de Selectividad de los últimos años no se prolonga más allá después de acceder a la carrera deseada y, en ocasiones, sirve además para facilitar la entrada en un Colegio Mayor, como ha sido el caso de Pedro Chávez, "pero tampoco llegamos a la universidad con una carta de presentación bajo el brazo", ironiza el mejor estudiante de Extremadura del año 2006 y ahora casi ingeniero de Caminos en Madrid.

Lo que quizás olvidan es que de cara al futuro la universidad no suele formar a parados, y menos si un estudiante es brillante, como lo atestiguan las cifras de desempleo que demuestran que cuanto mayor es la formación, menor es la tasa de paro. Por eso, de momento todos continúan con sus estudios y manteniendo buenos resultados, mientras miran al futuro con buenas expectativas. Aunque reconocen que Bolonia llega pisando fuerte, saben que sus objetivos solo los conseguirán si continúan intentando ser los mejores cada día y aprovechando los veranos para hacer prácticas y seguir formándose.

Con el paso de los años, obtener las mejores calificaciones pasa a un segundo plano, "ahora te preocupas más por disfrutar de aprender y dejas de ver la nota como una competición", dice otra de las mejores de la región del 2007, Laura Recio Gómez, hoy estudiante de 4º de Medicina en Salamanca. Y es que a estos jóvenes extremeños no les cuesta mucho esfuerzo estudiar, precisamente porque están haciendo lo que desean. "Si algo realmente te gusta no te cuesta", defiende María Bravo, estudiante cacereña de Veterinaria y la alumna que obtuvo la mejor puntuación en el 2009. Ella es además, la única de estos cuatro brillantes alumnos que siguen estudiando en la región.

Manuel Javier Díaz, la nota más alta del 2007, estudia Arquitectura en Sevilla. Su secreto para no haber suspendido nunca en la universidad dice que sigue siendo "organizarse", pero también "divertirse". Y mientras siguen esforzándose, con notas más o menos altas, recuerdan que conseguir la mayor calificación en Selectividad, además de un alivio para acceder a los estudios deseados, supuso una gran satisfacción que recordarán de por vida.