Los integrantes del intergrupo parlamentario para el estudio de la despoblación y la presidenta de la Asamblea de Extremadura, Blanca Martín, conocieron ayer diversas iniciativas del Proyecto Mosaico para comprobar en qué medida éstas contribuyen a fijar población al territorio.

El grupo, conformado por Carlos Labrador (PSOE), Diego Sánchez Duque (PP), David Salazar (Cs) e Irene de Miguel (Unidas por Extremadura), recorrieron varios municipios de Sierra de Gata y Las Hurdes para conocer proyectos de esta iniciativa, puesta en marcha por la Junta y ejecutada por la Universidad de Extremadura de la mano de su coordinador, Fernando Pulido.

Así, en Villanueva de la Sierra visitaron la explotación de castaños de un joven agricultor del municipio como ejemplo de desarrollo de un cortafuegos productivo en una zona de alto riesgo de incendios.

En Pinofranqueado, el alcalde, José Luis Azabal, expuso un proyecto que está en fase de estudio que busca poner en marcha este tipo de cortafuegos. Lo gestionarían los propios vecinos de la localidad y hay interesados unos 100 agricultores de la zona.

En Hernán Pérez un productor de aceite explicó la iniciativa en la que trabaja de obtención y envasado de aceite ecológico de olivares que ejercen también de cortafuego al amparo del Proyecto Mosaico, mientras que en Cadalso conocieron la experiencia y preocupaciones de los dueños de explotaciones caprinas.

Ya en Villasbuenas de Gata visitaron a la dueña de una quesería rural que fabrica quesos con leche de sus propias cabras y de productores de la zona.

También en este pueblo conocieron una iniciativa gestionada por el ayuntamiento con fondos europeos consistente en poner en uso terrenos abandonados para ensayar nuevos cultivos que, además, ejercen como cortafuegos natural.

La visita finalizó en Acebo, donde escucharon cómo funcionó la experiencia ‘Vivir en Acebo’ y ‘Reforest-acción’, que ha movilizado a más de mil voluntarios procedentes de más de 40 países desde que se puso en marcha en 2015 tras el incendio para reforestar la zona.

Irene de Miguel aseguró tras la visita que se llevaba una idea clara: «la necesidad de poner en marcha los cortafuegos productivos como herramientas que no solo protegen del fuego, sino que crean oportunidades laborales, fijan población y permiten diversificar los montes y traer mayor riqueza».

Por su parte, Salazar consideró muy positiva esta visita, pues ha permitido conocer «múltiples experiencias de emprendedores» y añadió que se llevaban «muchas ideas para poder desarrollar» y facilitar a través del trabajo en la Asamblea la puesta en marcha de iniciativas que hagan más fácil la vida a las personas.

Sánchez Duque puso en valor el «potencial productivo» de la zona e indicó que es preciso trabajar desde la Asamblea en coordinación con el Ejecutivo regional para facilitar la vida de la gente y que la burocracia no suponga impedimentos.

Carlos Labrador dijo que los proyectos conocidos son un modo de vida para muchas personas y «pueden ser una herramienta eficaz para combatir la despoblación»; y afirmó que la zona tiene «enormes posibilidades y recursos» para quienes apuesten por vivir en el mundo rural.