Desde hace 215 años, el 26 de febrero no es día cualquiera para los vecinos de Villanueva de la Sierra. La tormenta que provocó un incendio que terminó con una arboleda de la localidad en 1805 fue el punto de inflexión para que los más pequeños ayudaran al sacerdote Ramón Vacas a replantar árboles por todo el pueblo. Una tradición que en pleno siglo XXI se sigue manteniendo.

Ayer se conmemoró este 215 aniversario y se realizó una representación de lo que ocurrió aquel 26 de febrero de 1805. Vecinos mayores y jóvenes ataviados con las ropas de la época fueron hasta el lugar elegido para plantar varias especies de árboles y poner un granito de arena más a la contribución de la preservación de la naturaleza y seguir con esta tradición.

Cupón conmemorativo

La ONCE eligió a esta Fiesta del Árbol para ser imagen del sorteo del cupón que se celebró ayer. Una fiesta que fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC), publicado en el Diario Ofical de Extremadura (DOE) el 10 de julio del 2017. El motivo no es otro que ser la primera fiesta medioambiental del mundo y que es un hecho pionero en lo que respecta a la toma de conciencia conservacionista, pero también en lo asociado con la educación ambiental. Los boletos, con una ilustración del municipio, fueron los encargados de difundir esta tradición por todo el país.

Desde 1805 y de forma ininterrumpida, salvo por la Guerra de la Independencia y la Guerra Civil, la localidad y sus vecinos rinden ese homenaje al árbol con la plantación de robles, encinas, alcornoques, castaños, sin olvidar el olivo, símbolo de la paz y que forma parte de la identidad de la localidad y la comarca. Y no siempre se plantan en el mismo lugar. El Carrascal, La Fuente de la Mora o el Bardal, como en la mañana de ayer, han sido los lugares elegidos para ello.

El colofón a esta celebración que lleva en marcha desde el domingo, y a la plantación de los árboles de este año, lo puso una caldereta de cabrito para todos los asistentes y con ritmos de charanga.

En el acto, además del alcalde de Villanueva de la Sierra, Felipe Jesús Saúl, y otros miembros de la corporación municipal, también estuvieron presentes la presidenta de la Diputación, Rosario Cordero, la presidenta de la Asamblea, Blanca Martín, el subdelegado del Gobierno, José Antonio García, el diputado provincial Fernando J. Grande, el director general de Medio Ambiente, Pedro Muñoz, y la directora del Centro de las Artes Escénicas, Toni Álvarez.