La tasa de actividad emprendedora (TEA) de las zonas rurales de la región casi duplica la promediada en las áreas urbanas. Conforme a los datos del Informe Ejecutivo GEM 2006, que ayer se presentó en Cáceres, en las localidades con menos de 5.000 habitantes un 12,1% de la población activa está implicada en la puesta en marcha de un negocio, una proporción que en las ciudades se reduce al 6,2%. Se trata de una tendencia que ya se apreciaba en anteriores ediciones de este informe, pero que en esta ocasión se ha acentuado todavía más al crecer la actividad emprendedora en el ámbito rural más de un 55% y disminuir un 4,6% en el urbano.

En el conjunto de la región, el TEA registrado alcanzó el 8,33%, lo que supone un incremento del 19,34% respecto al 6,98% contabilizado en el 2005. Este auge permite a Extremadura mantenerse en el grupo de cabeza de las regiones españolas en cuanto a actividad emprendedora, únicamente superada por Madrid, Aragón y Cataluña, y más de un punto por encima de la media estatal.

Ricardo Hernández Mogollón, director del Proyecto GEM en Extremadura y catedrático de la Uex, fue el encargado de dar a conocer ayer los principales resultados de este informe, en un acto al que acudieron el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, la alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras, el rector de la Universidad de Extremadura, Francisco Duque, el director del Instituto de Empresa, Ignacio de la Vega, y el presidente de la Fundación Xavier de Salas, Jaime de Salas.

Guillermo Fernández Vara insistió en la necesidad de crear en la región un clima de confianza y estabilidad tanto a nivel político como social que facilite la actividad emprendedora. Un objetivo en el que enmarcó su deseo de impulsar el diálogo social entre patronal y sindicatos y su reciente encuentro con el líder del PP extremeño, Carlos Floriano.

Del informe GEM, Fernández Vara aseguró que aporta un "magnífico diagnóstico" del ámbito de la creación empresarial en la comunidad autónoma, un análisis que permite conocer "dónde están las fortalezas y dónde están las debilidades", y actuar sobre estas últimas. En este sentido, se comprometió a poner en marcha, dentro de sus primeros cien días de gobierno, un "plan de respuesta a los empresarios" para actuar en aspectos como el exceso de burocracia, la fiscalidad --"hay que evitar que cuando llegue el momento de la sucesión se tenga que vender la empresa para poder pagar los impuestos", afirmó-- o la disponibilidad de suelo. Además, el presidente extremeño abogó por apoyar "no solamente al que quiere crear una empresa, sino también al que quiere crecer" y por fomentar la formación del capital humano y la inversión en I+D.

Aunque Fernández Vara consideró que la situación actual de la región permite mirar al futuro con "razonable optimismo", recordó que en apenas unos años desaparecerán "los fondos europeos en su estructura actual" lo que, apuntó, obligará a generar un dinamismo en la economía extremeña que haga posible "que lo que antes venía por los fondos comunitarios ahora llegue vía fondos propios".