Desde hace trece años, la empresa emeritense Arqveocheck apostó por una parte del mercado empresarial bastante poco extendida. De esos tiempos, en los que la conservación del patrimonio cultural era un ámbito laboral un tanto abstracto, hasta el presente, Víctor Manuel Gibello, director de esta consultoría y arqueólogo, ha luchado mucho por su máxima ilusión: la gestión del patrimonio histórico-artístico y cultural, y la restauración.

Son muchos los que dedican horas de sus vidas a encontrar un eslabón que una nuestro presente con los antepasados. En su caso, Arqveocheck lo hace a través de lo material: vasijas de la época romana, iglesias medievales, elementos pictóricos y escultóricos... Y un sinfín de indicios que nos describen cómo fuimos y cómo somos después de haber dibujado un camino: el de la humanidad.

Así, y con un espíritu solidario, se presenta un estudio de arqueología "atípico" que completa la gestión patrimonial con "la gestión medioambiental y una línea de negocio llamada arqueo-turismo".

Mérida ha sido la base de operaciones de esta empresa que tiene "una vinculación muy extremeña", declara Gibello, pero también una perspectiva de trabajo a nivel nacional. En estos momentos cuenta con un equipo formado por casi un centenar de personas, que serán más.

Proyectos reales

La Universidad de Extremadura ha firmado conjuntamente con la empresa un convenio de colaboración para que los alumnos realicen prácticas laborales. "Es un motivo de orgullo", explica Víctor Manuel Gibello.

Por ello, buscarán con este nuevo cometido la integración de estudiantes "en proyectos de actuación y de intervención real" que la consultoría cultural tiene en cartera. Entre ellos se encuentra uno de los más "singulares" y el más extenso a nivel urbano de toda España.

Es el caso de las excavaciones del cuartel emeritense de Hernán Cortés. "Hemos podido conocer una zona muy amplia que normalmente en la ciudad es imposible". De hecho, es en este enclave donde el equipo de Arqveocheck halló los bustos romanos que fueron presentados el pasado lunes en Mérida.

Además, no es el único, ni tampoco el mejor. Para el director del estudio, la restauración de la Iglesia de San Juan Bautista de Burguillos del Cerro "es una joya, un edifico medieval de distintas épocas", que está reportando muchas satisfacciones a sus responsables. "Es la niña de mis ojos", afirma alegremente.

Asimismo, los descubrimientos de la antigua ciudad romana de Regina y la necrópolis de San Vicente de Alcántara son futuros enclaves donde los universitarios podrán trabajar de manera profesional mientras están aprendiendo.